Seis mil batallas pendientes. Seis mil mesas de negociación. Y una guía que establece límites para esa pelea. Y todo ello ello en un escenario extraño, de inflación negativa. Un gran reto, que ha retrasado seis meses la llegada de este acuerdo, y cuyo primer paso han cerrado hoy la patronal y los sindicatos, con la firma del nuevo Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC), el tercero desde el inicio de la crisis.

El pacto ratificado este lunes en la sede del Consejo Económico y Social (CES) establece un suelo – la no congelación – y un techo – el 1%, este año; el 1,5% el próximo; con una nueva revisión en 2017 – que fue ratificado por los líderes de CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Antonio Garamendi; y de CCOO y UGT, Ignacio F. Toxo y Cándido Méndez.

Más allá de este suelo y ese techo, serán los negociadores quienes decidan el incremento salarial en las empresas y sectores. Y eso incluye la posibilidad de incrementos incluso mayores, según avisó Toxo.

La firma del acuerdo salarial ha despertado una gran expectación. Y es que, según lo previsto, los firmantes del acuerdo no han renunciado a fijar posiciones en el encuentro posterior con la prensa. Aunque no habló ya de bajadas, Garamendi resaltó el carácter de tope del 1%, y del 1,5% para el año que viene. Será la situación de empresas y sectores la que determine el alza salarial, explicó.

Acto seguido, Toxo ha replicado que el nuevo AENC prevé tan solo “incrementos” salariales, y njo retrocesos como los que aludió días atrás el jefe de las pymes.

Toxo subrayó además que esta es una apuesta por la flexibilidad interna en el seno de las empresas, para evitar despidos. Y que es, dijo, una “enmienda” a la reforma laboral, pues apuesta por mecanismo como la resolución extrajudicial de conflictos, frente a la judicialización de las relaciones laborales que se ha vivido, en su opinión, a raíz de la última reforma laboral del PP.

También Cándido Méndez recalcó que el contenido del acuerdo servirá de guía a los negociadores de UGT, que trasladarán “directamente” su contenido a las mesas de negociación de los convenios. Con sus brillantez habitual para la comunicación, el líder de UGT, que firmaba el último de sus grandes pactos, tras 20 años en el sindicato y su retirada anunciada para 2016, confió además en patronal y sindicatos, pese a este tira y afloja, “acabarán tocando la misma melodía”.

Primer acuerdo con inflación negativa

“Ha sido un acuerdo difícil, por eso se ha retrasado tanto”, explicó Toxo. De hecho el pacto fija la subida salarial para 2015 cuando han transcurrido ya más de cinco meses del año. Una de las causas de la demora es el comportamiento de los precios. De hecho, este es el primer acuerdo salarial que se firma en un escenario de inflación negativa, recordó. Una circunstancia que les ha obligado a aprender, según confesaron Toxo y Méndez. Y más en un país como España, tradicionalmente inflacionista.

Conta la inflación surge uno de los aspectos más polémicos del acuerdo: una cláusula de revisión salarial que se activará solo en caso de que los precios escalen por encima del 2,5% en conjunto, entre los años 2015 y 2016. Algo muy improbable, según las previsiones. Y a la luz del último dato de IPC, el -0,2%.

Garamendi: “’Hasta’, con hache”

A pesar de que hoy no habló de bajadas de sueldo, el presidente de Cepyme fue el más combativo, una vez más, a la hora de rebajar las expectativas. “El término es ‘hasta’; ‘hasta’, con hache”, recalcó el líder de las pequeñas y medianas empreas, que recordó que un 75% de las pymes están aún “compensando” las pérdidas sufridas por la crisis.

“Hay más de 6.000 convenios donde los negociadores tendrán que trabajar”, explicó Garamendi. “Depende del sector y de la empresa, habrá una negociación u otra”, recalcó.

En el otro lado, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, recordó a Garamendi que el pacto prevé también la posibilidad de subidas más altas. Así es. En función de la productividad y la situación de la empresa o sector, el acuerdo abre la puerta a superar el techo salarial previsto, y superar el 1% o el 1,5% previsto para este año y el siguiente, destacó el de CCOO.

Contra la temporalidad

El acuerdo prevé además otras recomendaciones a los negociadores de convenios colectivos hasta 2017; un años cuya revisión salarial se deja para más adelante. La primera de ellas, y una de las más importantes, es la apuesta por el empleo estable. En este apartado, el nuevo AENC recomienda a los empresarios el uso del contrato indefinido, en detrimento del contrato temporal. Actualmente un 25% de los asalariados tiene uno de estos contratos temporales.

Pocas esperanzas, sin embargo, abriga esta recomendación. “Las cosas no cambian de un día para otro”, advirtió Rosell, líder de CEOE, quien recordó el carácter estacional de alguna de las actividades económicas España.

En este sentido, Méndez, de UGT, abogó por un cambio del modelo productivo. Un debate que debe abrirse ya, enfatizó, a fin de que dé sus frutos dentro de 15 o 20 años, según dijo.