El presidente del BBVA, Francisco González, utiliza con suma habilidad el título del curso de la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), patrocinado por el banco, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, “El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis”, para arremeter contra el populismo que entiende que ha emergido en las últimas elecciones municipales y autonómicas.

“La alternancia política es positiva porque incrementa la transparencia y la participación de los ciudadanos, y evita el enquistamiento de problemas como la corrupción», afirma González. Pero también precisa que “para que esa alternancia sea buena, es preciso que también lo sea la alternativa política” a un Gobierno que ha hecho que España, “que era vista como un enfermo grave y un peligroso elemento de contagio para el resto de la Eurozona, ahora sea un modelo a seguir”.

Para el presidente del BBVA, “el riesgo más grave que tiene España es el populismo, cuyas promesas irrealizables y demagógicas han fracasado siempre y en todos los países, son viajes inviables que no llevan a parte alguna y pasan facturas muy elevadas”. “Lo hemos visto en el pasado, y lo vemos ahora”, en alusión a Grecia.

González resalta que «las personas que más han sufrido la crisis económica son las más vulnerables» al populismo, cuando precisamente «serán los más débiles los que paguen los errores” de esas políticas.

El presidente del BBVA recomienda “diferenciar entre propuestas que son viables y las que, además de ser irrealizables y demagógicas, atentan contra las leyes”, y ponen en peligro la recuperación económica y que ésta “llegue a todo el mundo, especialmente a los ciudadanos, que han soportado el coste de la crisis”.

Estabilidad política para seguir con las reformas

“Si seguimos trabajando en las reformas, España estará en mejores condiciones para consolidar una etapa de crecimiento sostenido y crear empleo”, señala González, que deja muy claro que “el esfuerzo sostenido de reformas que se requiere sólo es posible en un marco político que las impulse de forma estable”.

Dentro de esas reformas, el presidente del BBVA subraya la necesidad de “avanzar en la solución definitiva de la dualidad que existe en el mercado de trabajo, donde los contratos indefinidos están sobreprotegidos frente a una elevadísima temporalidad”. Pero también se requiere introducir “mayores dosis de competencia en sectores de bienes no comerciales y en servicios profesionales», realizar más esfuerzos en innovación, en propuestas de productos y servicios de mayor valor añadido, y en educación y formación. Las empresas deben ganar tamaño y ser más rápidas y eficientes en la adopción de las nuevas tecnologías.

Además del populismo, González señala dos riesgos a los que se enfrenta la economía española. Uno, Grecia «que dista de estar resuelto, y puede tener tener un impacto relevante sobre los mercados internacionales». Dos, “el final de las políticas monetarias ultraexpansivas por parte de los grandes bancos centrales, porque está por ver cómo se asimila por toda la economía global».

Críticas a conceder créditos a pérdidas

Al mismo tiempo, el presidente del BBVA exige a la banca “controlar la tentación de expandir el balance a cualquier coste”, lo que se interpreta como una nueva crítica a las entidades que están dando créditos con márgenes que no cubren los costes operativos y la prima de riesgo.

Los bancos españoles deben ser más eficientes y soportar costes operativos más reducidos, insiste el presidente del BBVA. “Esto exige mejorar radicalmente las actuales infraestructuras tecnológicas, reconfigurar los procesos, cambiar la cultura y las capacidades de los recursos humanos”, añade. “La digitalización de la banca es un proceso inevitable e imparable, largo y costoso pero fundamental, que irá acompañado de un recorte radical de los precios y de los márgenes. Lo que será positivo para los ciudadanos y para el conjunto de la economía”, concluye Francisco González.

Operación Chamartín

El presidente de BBVA, Francisco González, ha avisado a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que paralizar la ‘Operación Chamartín’ supondrá privar de nuevos empleos y más riqueza «a todos», no sólo a los directamente implicados en el proyecto.

En realidad, Carmena llevaba en su programa electoral la revisión de todos los grandes proyectos urbanísticos para comprobar si eran o no especulativo. Eso demuestra, según el presidente del BBVA, la «falta de experiencia en la gestión pública» de la nueva alcaldesa de Madrid.

González recuerda que el proyecto lleve esperando su aprobación 19 años, y que su puesta en marcha implica  la creación de 120.000 puestos de trabajo y unos ingresos para la Administración de 3.300 millones de euros.