Los mercados bursátiles han perdido por completo el sentido de la medida y se han instalado en la desmesura. Fue desmesurada la reacción a la baja, sobre todo en el Dax, y ahora se reacciona de igual forma al alza, lo que no es buena cosa tampoco. Cuando la volatilidad preside la operativa, cualquier cosa es posible.

Seguramente más de uno atribuirá la furibunda reacción alcista de esta jornada al comienzo de los bombardeos de la fuerza multinacional contra Gadafi. Otros supondrán que todo viene derivado de la mejora en la situación de caos en la central nuclear japonesa. Y los que sólo ven los gráficos defenderán que el Dax dejó más huecos en su caída que un queso de Gruyere y que, cumpliendo la máxima, se apresura a taparlos. Y, por una vez y sin que sirva de precedente, todos llevan razón, como también la llevan quienes aseguran que el mercado se animó por el empujón que supuso para las telecos el acuerdo entre Deutsche Telecom y ATT.

Pocas veces se han alineado los astros de tal manera que pareciera tan evidente la reacción, aunque a mí me siga pareciendo que hubiera sido mejor ir de forma más cautelosa. Pero también les digo que lo sucedido hoy no asegura recuperación alguna. Ahora mismo tenemos unos techos muy claros y mientras no se superen no han nada que hablar de recuperación de tendencias y otras zarandajas.

El objetivo está en los 7.400 puntos del Dax, así que al índice alemán le quedan 600 puntos que pueden convertirse en un suplicio o en un camino de rosas, vaya usted a saber, pero mientras no veamos de nuevo esos niveles, en cualquier momento podemos perder todo lo ganado en un día y mucho más.

Y ya les aviso que deben recuperarse contra un factor añadido muy importante: la posible subida de tipos de interés por parte del BCE, al que no le va a quedar más remedio que hacerlo a pesar de todos los pesares. Si cuando la tensión nuclear estaba en pleno apogeo el BCE se apresuró a decir que podría dejar para más adelante la subida, ayer Trichet subrayó que es posible realizarla en abril.

¿No se aclaran? Pues me temo que no tienen mucho margen para aclararse. Si el petróleo sigue así, no les quedará más remedio que subir los tipos, aunque destrocen la incipiente recuperación de algunos países, porque los precios amenazan seriamente con irse a las nubes. A nada que se estabilice la situación en Japón, Trichet hará lo que tiene que hacer le pese a quien le pese, por la sencilla razón de que es más fácil subir los tipos que meter en vereda a toda la cadena de precios, empezando por el oligopolio que maneja a su antojo los precios del combustible.

Pero mientras Trichet deshoja la margarita (que cada vez tiene más síes  y menos noes), al mercado le ha dado por mirar hacia otro lado. Ni han leído las palabras del jefe del BCE. Hoy no les interesaba, pero a buen seguro que en el momento menos pensado hacen una “relectura” y nos dejan a todos con cara de idiotas.

En tanto llega ese momento, pasemos a la estadística. Los índices estuvieron ayer espoleados por la apertura en tromba del Dax, que mantuvo el tipo toda la sesión y cerró con una ganancia del 2,28%. El CAC hizo al principio de fiel escudero, pero al ver remolonear al Dax decidió sobrepasarle sin dudarlo, hasta subir un 2,47%. En tanto, el Ibex no quería quedar rezagado y que al final superó también al Dax para colocar las ganancias en el 2,38%. Algo más flojo estuvo toda la jornada el FTSE, que avanzó un 1,19%, pero conste que a mí me parece que fue el único que se mantuvo en la senda de lo razonable.