El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, prepara un viaje a Cuba para la segunda semana de julio, donde previsiblemente se entrevistará con altas autoridades del país caribeño. Según han informado a Efe fuentes ministeriales, el viaje se enmarca dentro de un encuentro empresarial que tendrá lugar en La Habana y que encabezará el ministro, en el que seguramente participe también el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
España es actualmente el tercer socio comercial de Cuba, país donde están implantadas cerca de doscientas empresas españolas, sobre todo del sector turístico. Los principales sectores que podrían atraer mayores inversiones serían el de la energía, ya que el Estado subvenciona la electricidad, y el agrícola, ya que existen 960.000 hectáreas sin cultivar. También el turismo, la construcción o la renovación de las infraestructuras son sectores de relevancia, según el último informe de la Oficina Económica de España en La Habana.
Superávit comercial
De acuerdo con los datos disponibles hasta marzo, España presenta un superávit en la balanza comercial con Cuba por valor de 151 millones de euros, ya que sus exportaciones sumaron 183 millones de euros, mientras que las importaciones fueron de casi 32 millones.
Fuentes empresariales consultadas por este diario aseguran que al citado encuentro empresarial con Luis de Guindos asistirán muchas empresas españolas “interesadas en incrementar sus intereses allí”, tal y como anunció De Guindos recientemente, ante el importante cambio que pueden traer consigo las nuevas relaciones políticas que se abren entre Estados Unidos y el país caribeño y que de lo que se trata es de haber todo el “lobby” posible para el capital español.
Añaden que la isla ha dado un giro de 180 grados tras el acuerdo con Estados Unidos y que España es un país con lazos histórico muy profundos, que debe intentar aprovechar como sea. Es más, añaden, que en la época de vacas flacas fueron las empresas españolas las que mantuvieron la inversión en Cuba y que quizás ahora es el momento de empezar a obtener réditos de aquellas decisiones inversoras que en su momento enfadaron y mucho a los norteamericanos. No hay más que recodar que grupos como Sol-Meliá se vieron afectados por la famosa ley Hells-Burton que sancionaba las inversiones foráneas en la isla caribeña.
Han tenido que pasar unos cuantos meses desde que Obama y Raul Castro firmaron la paz tras una larga guerra fría y desde entonces, para no perder la costumbre como país, hemos dejado que se posicionen en la isla empresas de otros países. Sin ir más lejos, el presidente de la república francesa, el socialista Hollande, incorporó hace poco a La Habana a una gira caribeña que estaba haciendo y hasta se entrevistó con los dos Castro, Raul y Fidel, cosa que no había conseguido nuestro ministro de Exteriores, García-Margallo en una visita un poco antes que la del mandatario francés.
Como dijo el periodista Carlos Díaz Güell en su web Tendencias “frente al cada vez más arraigado desapego hacia la madre patria de distintos países latinoamericanos, Cuba sigue siendo uno de los países donde existe un mayor sentimiento hacia lo español, tanto entre la ciudadanía como en las esferas políticas. Pero no parece que ningún Gobierno español esté en disposición de aprovecharlo dada la cada vez más dispersa o disipada estructura política y administrativa española, cuya capacidad de competir frente a la jacobina y chovinista Francia es muy reducida”. Y añadía “sin embargo, sí parece que España debería jugar un papel más sobresaliente frente al Gobierno cubano como interlocutor principal de la Unión Europea, al menos así lo entienden empresarios españoles instalados en la isla y distinguidos dirigentes de la enorme burocracia gubernamental cubana”.
Mediocre papel de España
Y para terminar su artículo Díaz Güell sentenciaba “un ejemplo de este mediocre papel de España en Cuba lo ofrecía hace dos años la compañía Iberia al suspender sus operaciones con La Habana pese a tener unos más que respetables índices de ocupación. El grupo Air France y KLM no hicieron lo mismo y mantuvieron sus frecuencias y su presencia en la isla. El uno de junio, Iberia reanudará sus vuelos a la capital cubana. Y todo así”.
Guindos será el representante de más alto nivel del Gobierno en viajar a la isla después de que el pasado mes de noviembre lo hiciera el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, muy poco antes del acuerdo entre Cuba y Estados Unidos, que ya está a punto de consolidarse con la apertura de embajadas en Washington y La Habana.
El ministro, según las fuentes consultadas tratará de reforzar la posición del capital español en la isla así como de favorecer la llegada de más empresas españolas al amparo de la nueva ley de Inversiones Extranjeras con la que el régimen de los Castro quiere atraer capitales del exterior. La presión de las principales empresas españolas instaladas en Cuba al Gobierno no ha sido ajena a esta posible visita. De hecho, estas compañías ya están organizándose para intentar adelantarse al desembarco comercial norteamericano como explica César Urrutia en El Mundo en un artículo publicado el 30 de mayo de 2015 titulado “Ofensiva empresarial en Cuba”.
El acuerdo alcanzado entre el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama y el primer mandatario de Cuba, Raúl Castro, además de derogar el bloqueo comercial norteamericano que ha durado más de 50 años y restablecer las relaciones comerciales entre ambos países, puede ser una oportunidad de oro para el capital turístico español en la isla, si se juegan bien las cartas, dicen las fuentes consultadas.
Masiva presencia española
El turismo en Cuba es la segunda actividad económica del país, después de la venta de servicios médicos. Y la presencia española es masiva en casi todos los subsectores: Melia, Barceló, Matutes, el grupo Roc, Blue Bay, Occidental, Riu, Be Live de Juan José Hidalgo, etc en el sector hotelero; Air Europa, Evelop y ahora otra vez Iberia en aviación así como otros muchos inversores en medios de transporte a alimentación, telecomunicaciones, tabaco, distribución, etc.
La amenaza y competencia a toda esta inversión, añaden las fuentes, es obvia, el poderoso vecino del norte, ya que EE.UU. es su mercado natural, más cercano y más poderoso, y es además donde viven dos millones de cubanos. De los más de tres millones de turistas que visitaron Cuba en 2014, se calcula que unos 600.000 procedían de Estados Unidos, muchos cubanoamericanos que vuelven a ver a sus familias gracias a la ley que les permite desde 2009 volver a su tierra natal sin ninguna clase de limitación.
La Sociedad Americana de Agentes de Viajes (ASTA) recordó recientemente que si el país levantará todas las restricciones al turismo a Cuba en 2015, dos millones más de estadounidenses visitarían la isla hasta 2017.
Mientras tanto, las autoridades cubanas estiman que si se eliminaran todas las limitaciones Estados Unidos superaría este año a Canadá como principal emisor de turistas con 1,5 millones de visitantes anuales, lo que haría aumentar en 2.000 millones de dólares las arcas estatales.
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