Lidl ha retomado su idea de firmar un convenio estatal de empresa para su cadena de tiendas en toda España. Sin embargo, después de 3 meses de bloqueo, el diálogo para unificar las condiciones de trabajo en la compañía, no será fácil. CCOO, uno de los sindicatos que participa en la negociación, ha exigido a Lidl que renuncie a bajadas de sueldo y modificaciones no pactadas de las condiciones de trabajo. La exigencia de CCOO significa en la práctica renunciar al poder ganado por los empresarios tras la última reforma laboral.

La central informó hoy lunes sobre los resultados de la última reunión celebrada el jueves entre los sindicatos y la dirección de Lidl. Sobre la mesa, destacaba un asunto principal: retomar el diálogo para cerrar un convenio de empresa con validez en toda España.

Si la dirección desea un acuerdo, no le saldrá gratis. A juzgar por las reinvindicaciones de CCOO, los empresarios deberán comprometerse a no aplicar de forma unilateral, ni ‘descuelgues’ del convenio, ni modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo.

Cierre de tiendas

El sindicato, que se dice “dispuesto” a la firma del pacto estatal, se muestra preocupado por el cierre de tiendas en algunos territorios. En este punto exige que la empresa concrete cómo abordará cualquier cierre, en un protocolo que, además de garantizar todos los puestos de trabajo, ofrezca instrucciones sobre plazos de información previos, número de afectados, opciones de movilidad – tanto funcional como geográfica–, así como una bolsa de trabajo.

Pero lo fundamental se refiere a los sueldos. En esta materia, Comisiones pone como condición que la empresa se comprometa a mantener las condiciones salariales actuales, para todo el personal “presente y futuro”, así como las alzas pactadas.

Cambios siempre pactados

El sindicato quiere asegurarse de que la empresa evitará tomar soluciones unilaterales. Y pide por ello que la empresa renuncie a implantar la jornada irregular en ningún ámbito ni centro de trabajo, sin acuerdo a nivel estatal entre los sindicatos y la empresa.

Otro de los caminos para modificar las condiciones de trabajo aparece también cegado en la propuesta de CCOO. El sindicato liderado por Ignacio F. Toxo reclama además el compromiso de que la empresa pactará cualquier modificación sustancial de las condiciones de trabajo, renunciando así al poder que le concede la última reforma laboral, tras los cambios en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que les faculta a hacerlo sin necesidad de acuerdo.

Otro posible vía para bajar sueldos es el llamado descuelgue o inaplicación del convenio colectivo. Por ellos CCOO exige a Lidl que no recurrirá a uno de estos descuelgues sin contar con la aprobación de los sindicatos, en todos los ámbitos, tanto “presentes como futuros”.

El convenio vasco bloquea el acuerdo

La intención de Lidl de firmar un acuerdo nacional se truncó a mediados de marzo, cuando la dirección de la empresa firmó un convenio con el sindicato nacionalista vasco ELA de aplicación exclusiva en el País Vasco.

CCOO acusó entonces a la dirección de la empresa de intentar rebajar, con su convenio nacional, las condiciones de trabajo de la plantilla. El sindicato bloqueó el acuerdo y exigió a la empresa la extensión de los derechos pactados en Euskadi a todo el territorio español.

“Hay un antes y un después de este acuerdo”, exclamaron entonces. “Creemos imposible que se pueda llegar a ese convenio de unificación de criterios que la empresa pretendía”. “Queremos un trato igualitario para todos los trabajadores de Lidl”.