Lo primero que dejó claro Letizia Ortiz, cuando llegó a la Zarzuela para integrarse como miembro de la Familia Real al casarse con el entonces Heredero, era, que no quería ser un florero y en esta década que lleva “ejerciendo” el cargo lo ha dejado patente en todas las ocasiones posibles. Si la reina Sofía le servía de ejemplo y le ha “puesto el listón muy alto” es evidente que ella ha introducido su propia experiencia adquirida en el mundo exterior a los regios muros y que su formación como comunicadora, le está resultando muy útil para, sin perder las raíces del cargo meramente institucional y no ejecutivo, introducir sus propios procedimientos. Recordar que los actos de los reyes, siempre están refrendados por un miembro del gobierno, ellos son Irresponsables, la responsabilidad la tiene el representante del Estado que les acompaña siempre en sus actos públicos y los cargos que ejercen siempre son honoríficos no ejecutivos.

El 12 de junio en la sede de la FAO en Roma, quedó bien patente cuando recibió el cargo de Embajadora Especial para la Nutrición. Aunque en la “Casa” les duela la boca de repetirnos que los reyes siempre tienen reuniones de trabajo, que se implican y que dedican horas de estudio a cada tema, no es que no creamos a los responsables de comunicación de la Casa Real, es que lo damos por supuesto y más tratándose del rey más preparado de la historia de España y de su esposa que no es una reina preparada desde la cuna para ser reina, como doña Sofía, sino una ciudadana del mundo real coronada por matrimonio. Y sin embargo, en estos 365 días que lleva la reina Letizia ejerciendo en primera línea, se aprecian diferencias y matices que dotan a su labor de una función más “ejecutiva” que institucional. No es florero y se nota.

Ha sido nombrada la primera Embajadora Especial para la Nutrición de la ONU y en concreto de su agencia encargada de la Alimentación, la FAO. No es un cargo de honor carente de compromiso, precisamente lo han creado para ella, dado su interés y preocupación por el tema. Siendo princesa de Asturias, hubo una reunión en Avilés de la OMS, a la que ella acudió y ahí empezó el contacto con estos organismos internacionales de cara a buscar soluciones para la desnutrición y la correcta alimentación. Letizia, desde su llegada al “cargo” es adalid de la dieta mediterránea y de equilibrar las diferencias entre los que sufren hambre y los que tienen exceso de alimentación.

Cada reina tiene sus pilares de trabajo, los de Letizia son básicamente; enfermedades raras, educación, cáncer, formación profesional y nutrición. Han surgido críticas en la sociedad por el hecho de que una mujer tan extremadamente delgada sea la abanderada de una dieta sana. Pues excepto el cordero, que si tiene que comerlo lo come, la reina Letizia come y, en cantidades generosas, de todo. Puede que las fabes con almejas y la tarta de chocolate le gusten especialmente pero no hace remilgos al resto de comidas. Salvando las inevitables voces discordantes, el cargo doña Letizia lo recibe con orgullo y satisfacción porque es un tema que le ocupa y preocupa. Tanto es así, que en la mencionada reunión en Roma del 12 de junio, ella pidió expresamente que, además del acto institucional de entrega del documento que la acredita como Embajadora Especial, hubiera una reunión de trabajo, a la que llegó con dos carpetas debajo del brazo y un montón de propuestas en ellas. Cuando alguien le quiso dar un folleto de contenidos, ella le contestó que ya lo tenía y que lo había estado trabajando. Las carpetas no eran decorativas, sino trabajo puro y duro. Se documenta, investiga y pregunta muchísimo.

Por cierto, que ya han tenido lugar el traspaso en las presidencias de honor de la FAD, Unicef y Cruz Roja que ejerció la reina Sofía y que ahora son competencia de la reina Letizia que es la que ocupa el cargo genérico de Reina de España. Las presidencias que llevan el nombre de la reina Sofía, siguen siendo competencia de la reina emérita porque son nominales. Con el tiempo la reina Letizia también tendrá las suyas propias como Letizia.

Decir que, dadas las fechas y lo poco que queda para el descanso vacacional, en la bahía de Palma de Mallorca ya está todo preparado para que en unas semanas comiencen las Regatas del Rey de Vela y por supuesto, el AIFOS, Sofía al revés, el barco de la Armada en la que regatea el rey Felipe, ya está listo para que su patrón se haga a la mar y el palacio de Marivent a punto para acoger a la Familia.