El presidente francés, François Hollande, ha considerado «seria y creíble» la propuesta de reformas presentada por el Gobierno de Alexis Tsipras a los acreedores con vistas a lograr un tercer rescate para Grecia.

«El programa griego es serio, creíble y muestra una determinación a permanecer en la zona euro», ha valorado el mandatario galo a través de Twitter. «Todavía no se ha hecho nada, pero se puede hacer todo», ha añadido, en referencia a un posible acuerdo.

«Las discusiones deben ahora desembocar en un acuerdo respetuoso con las reglas europeas y los griegos, que han sufrido mucho», ha añadido, en referencia a las conversaciones que se celebrarán este fin de semana, primero el sábado a nivel de ministros de Finanzas del eurogrupo y luego a nivel de jefes de Estado y de Gobierno el domingo.

Dijsselbloem la considera meticulosa

El presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, ha calificado de «meticulosa» la propuesta de reformas formulada por el Gobierno de Alexis Tsipras para conseguir un tercer rescate de 53.500 millones de euros para Grecia.

En declaraciones a la prensa a la entrada de una reunión del Gobierno de Países Bajos, Dijsselbloem se ha limitado a indicar que el plan de Atenas es «una meticulosa pieza de texto».

No obstante, ha avanzado que confía en que durante el Eurogrupo convocado para este sábado en Bruselas se tome «una gran decisión» sobre la crisis griega.

Grecia remitió a última hora del jueves a sus acreedores la ‘hoja de ruta’ con las reformas que pretende aplicar en los próximos años –que incluye subidas de impuestos, recorte de las pensiones y un «rediseño» de la deuda– para conseguir un tercer rescate.

Tsipras somete este viernes su paquete de reformas al Parlamento de Atenas para ir a Bruselas con una posición reforzada de cara a las negociaciones con sus socios del euro.

El ministro francés de Economía, optimista

El Ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, se ha mostrado «optimista» sobre la posibilidad de que Grecia alcance un acuerdo con sus acreedores, con la aprobación de «ayudas a cambio de reformas».

Así lo ha manifestado este viernes en una visita en Madrid, en la que Macron ha señalado la importancia de «los avances que se han producido recientemente» en la negociación.

En esta línea, ha destacado la relevancia de comenzar a reflexionar sobre el peso de la deuda griega. De esta manera, el ministro francés ha esbozado la posibilidad de «escalonar la deuda y reducir los importes iniciales».

Para Macron una salida de Grecia del euro provocaría una fuga masiva de efectivo, por lo que ha abogado por realizar todos los esfuerzos necesarios para que el ‘Grexit’ no se produzca.

Además, ha señalado la importancia de llevar a cabo políticas de transferencia e implementar una mayor solidaridad en el caso de las negociaciones con Grecia. Así, ha insistido en que esas políticas de solidaridad deben ir acompañadas de reformas estructurales de cada estado.

Macron considera que es un «error histórico» decir que quien haya cometido un error tiene que pagarlo. A su juicio, esto implicaría aceptar que «Europa va marcha atrás» y que carece de principios de solidaridad.

Asimismo, ha señalado que la solución pasará por un compromiso de reformas aceptables, por la reducción de la deuda y esfuerzos de inversión.

Además, ha hecho hincapié en la necesidad de tener un proyecto europeo, ya que si no «se perderán otras grecias» y la divergencia continuará.

El ministro galo ha destacado que «la culpa no es del pueblo griego», sino de la «sinrazón de los dirigentes de la época» y de la «ceguera europea de no decir nada».

«Europa ha alimentado la divergencia durante diez años», ha añadido, de modo que aquellos países que antes de la crisis eran poco competitivos, «ahora lo son menos y están más endeudados».

Así, ha destacado la necesidad de que los dirigentes y las instituciones europeas actúen de manera rápida, ya que «si no Europa se va a disolver». En este sentido, considera que la zona euro debe tener un presupuesto que sea «un proyecto de capacidad común». Una medida que acercaría la fiscalidad de las empresas europeas y supondría una mayor convergencia social, ha afirmado.