En esta globalización que nos envuelve, Mango ha decidido unir lo mejor de dos mundos, Oriente y Occidente.  Incorporando un concepto, que en Oriente podría ser una corriente filosófica o un estilo de vida, llamado Wabi.  Un término estético japonés que describe objetos o ambientes caracterizados por su simpleza rústica. Así pues, son espacios que combinan la composición minimalista con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza. El color escogido para este nuevo concepto de tienda es el crudo, un tono natural que unifica suelo, paredes y techo para conseguir homogeneidad y transmitir una imagen pura y fresca. El resultado son tiendas, minimalistas a la par que funcionales.

Actualmente hay 70 tiendas “Wabi” en 27 países, entre los que destacan: España, Turquía, Inglaterra, China, Alemania y Camboya. Tiendas como la de Paseo de Gracia en Barcelona, la de Goya en Madrid, la de Shanghai Joy City en China o la de Phnom Penh en Camboya.

La identidad de cada tienda se pone de relieve y se mantienen los elementos con valor arquitectónico que cada una tiene. Además, se realizan instalaciones vistas y se mantienen algunas paredes con el acabado propio de la obra para darle un aire más natural y fresco.  Siguiendo este concepto Wabi, el último desfile de Mango ha tenido lugar en un hotel con estas características, el The Waterhouse de Shanghai con sus paredes sin restaurar, tal cual se las encontraron, con el mobiliario sencillo e imprescindible y los materiales más nobles y austeros.

MANGO abrió su primera tienda en 1984 en el Passeig de Gràcia de Barcelona, cuenta actualmente con más de 1.900 tiendas en 105 países. Es la segunda empresa exportadora de moda en España.