La inmobiliaria controlada y presidida por Rafael Santamaría tuvo así que abonar indemnizaciones por despido el pasado año por 9,19 millones, importe que supone duplicar el contabilizado un ejercicio antes.

En su informe anual, la compañía recuerda que está obligada a pagar indemnizaciones a aquellos empleados con los que, bajo determinadas condiciones, rescinda sus relaciones laborales. «Las indemnizaciones por despido susceptibles de cuantificación se registran como gasto en el ejercicio en el que se abona», según indica la inmobiliaria.

Pese al incremento del gasto en indemnizaciones, el ajuste de plantilla realizado por Reyal Urbis el pasado año se tradujo por contra en un descenso de los gastos de personal.

Según los datos de dicho informe, que recoge Europa Press, la inmobiliaria recortó este capítulo de sus costes en casi un 15%, dado que se situaron en alrededor de 24 millones de euros, frente a los 28 millones de un año antes.

En cuanto al alcance del ajuste de personal en las distintos escalafones de la empresa, el número de directivos se ajustó en un 24%, desde 29 hasta 22, mientras que en el ámbito de administración el recorte fue de casi la mitad de la plantilla (un 48%), lo mismo que en el ámbito de jefes y técnicos, donde el número de empleados descendió un 42%. De su lado, el área comercial se vio reducida a una cuarta parte.

Reyal Urbis sorteó el pasado ejercicio el riesgo del concurso de acreedores, al conseguir un acuerdo de refinanciación de deuda con sus bancos, con el que logró extender hasta el 2016 el horizonte final de vencimiento de sus distintos préstamos y reducir su pasivo desde los 4.600 hasta los 3.750 millones de euros, mediante la venta de viviendas y suelo a distintas entidades financieras.

En virtud de este acuerdo, la compañía se comprometó a continuar desarrollando sólo los proyectos de promoción inmobiliaria cuya entrega fuera inminente.