La esperada y mediática declaración del exvicepresidente económico del Gobierno con Aznar, exdirector gerente del FMI y expresidente de Caja Madrid y de Bankia, Rodrigo Rato, ante el juez Antonio Serrano-Arnal apenas ha durado un cuarto de hora. Rato se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez porque quiere conocer antes el nuevo informe que la Oficina Antifraude está elaborando sobre el material incautado en su domicilio y su despacho en los registros realizados en octubre.

Sí ha leído un breve comunicado en el que se queja ante el juez de las «medidas cautelares extremas» a las que se le ha sometido y sobre que el elevado grado de publicidad concedido a la investigación abierta en su contra ha perjudicado a su reputación y le ha provocado daños profesionales y familiares.
Rato había sido citado a las 11,00 horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, para responder sobre el informe de Oficina Antifraude (ONIF)de la Agencia Tributaria que le atribuye un complejo entramado societario con el que habría cometido cinco delitos fiscales, uno de blanqueo y otro de alzamiento y que propició su detención el 16 de abril.

La fiscalía atribuye a Rato cinco delitos fiscales y un delito de blanqueo de capitales. Pero el informe en que se basó la denuncia de la Fiscalía cuenta exclusivamente con la información recabada por la ONIF de la base de datos de Hacienda. Por tanto, todo el material incautado en el domicilio particular de Rato y en su despacho profesional es importante para determinar si se confirman o no los indicios de delito apuntados por la Agencia Tributaria.

Rato quiere esperar a conocer las conclusiones del nuevo informe para poder contestar a las preguntas del juez Serrano-Arnal. Por eso se ha negado a contestar a las preguntas del juez, el fiscal y la abogada del Estado. Ha explicado al juez instructor que no está en disposición de contestar a las preguntas que se le realicen porque desconoce las acusaciones que hay contra él. Insiste en que quiere colaborar con la Justicia y en que está dispuesto a acudir al juzgado tantas veces sea requerido.

Polémica entrada en el garaje

Rato ha evitado la foto, y los improperios de un grupo de preferentistas y otros afectados por la salida a Bolsa de Bankia,  a las puertas de los juzgados de Plaza Castilla al entrar en coche, un Opel Vectra gris, ya que sus abogados así lo solicitaron al juez decano de Madrid, Antonio Viejo. Éste lo autorizó tras consultar a la Jefatura de la Policía, que en su informe recomendó esa vía para evitar los incidentes que se produjeron cuando declaró el antecesor de Rato en Caja Madrid, Miguel Blesa. Lo habitual es que los imputados que no ejerzan cargos públicos entren y salgan de los juzgados a pie.