Joaquín Almunia, comisario europeo de la Competencia ha echado, indirectamente, una mano a las entidades financieras españolas que esta mañana se han desayunado con la rebaja de su calificación crediticia por parte de la agencia Moody’s. Para el vicepresidente de la Comisión Europea es evidente que las agencias de calificación no actúan de manera razonable y el anuncio del descenso en el rating que ha aplicado a más de una veintena de entidades financieras españolas justo unas horas después de la dimisión del primer ministro portugués no hace sino complicar las cosas a un sector necesitado de cierta tranquilidad en los momentos actuales.

Para Almunia, el sistema financiero español va a salir de la crisis reforzado y más sólido que nunca y será capaz de financiar a empresas y particulares entre otras cosas porque cuenta “con un excelente regulador y supervisor”. El comisario europeo señaló que el plan de reforzamiento de bancos y cajas tendrá éxito y que el camino seguido hasta ahora de prestar avales y ayudas a las entidades que lo han necesitado ha exigido menos cantidades que los de otros países de la Unión Europea.

Para Almunia, cuyo departamento en Bruselas estudia todas las ayudas públicas concedidas a las entidades financieras, el Estado español ha dedicado 11.500 millones de euros en ayudas directas a través del FROB y el plan de rescate tiene como objetivo “evitar que se sigan inyectando fondos de manera permanente”. Las ayudas son, simplemente, algo coyuntural.

Moody’s anunció a primera hora de la mañana la revisión a la baja de la calificación de más de una veintena de entidades financieras españolas, en línea con lo que había hecho unos días antes con las emisiones del propio Reino de España. La rebaja de la calificación a España llevaba aparejada, en la práctica, una revisión similar para las entidades financieras. De la rebaja se libran los dos grandes bancos, Santander y BBVA, posiblemente por la diversificación geográfica llevada a cabo, y la Caixa porque, aunque su negocio está centrado en España, mantiene una buena posición de solvencia.

En medios del sistema financiero se entiende que la rebaja obedece más a motivos de enfrentamientos entre las autoridades españolas y la agencia de calificación que a motivos puramente  del negocio. Hace una semana apenas Moody’s rebajó la calificación al Reino de España entre otros motivos porque entendía que el sistema financiero necesitaría 50.000 millones de euros para su saneamiento.

Y lo hizo unas horas antes de que el Banco de España rebajara esa cifra a poco más de 15.000 millones y con posibilidades de que fuera aún menor. El Gobierno a través de Elena Salgado criticó el informe de Moody’s por no haber esperado a tener en cuenta los cálculos de la autoridad monetaria. El anuncio de hoy viene a decir que Moody’s mantiene sus análisis y que considera que el Banco de España ha errado en sus cálculos.

El comisario Almunia señaló que su departamento está estudiando todos los expedientes de concesión de ayudas públicas a entidades financieras europeas y que lo seguirá haciendo con las españolas que pidan nuevas ayudas. Para Almunia es imprescindible que quien quiera acceder a ayudas del Estado debe aceptar como contrapartida reestructurarse para alejar en el horizonte la hipótesis de nuevas ayudas; debe contemplar un reparto de los costes de forma que no sean solo los contribuyentes quienes corran con los gastos de las ayudas, y no puede ocurrir que los fondos se utilicen para llevar a cabo procesos de expansión y de competencia desleal con otros bancos o cajas de ahorros.