Las empresas están aprovechando a fondo las ventajas que ofrece el contrato de formación. Entre enero y junio, el número de estos contratos creció un 24%, hasta rozar los 84.000, respecto al mismo período del año anterior. Con este contrato, que acumula 3 años de subidas, las empresas pueden ahorrar más de un 28% de sus costes laborales. Además, el Estado bonifica también la conversión en fijos de estos trabajadores, al término del contrato.

El contrato de formación, aquel que combina los estudios con el trabajo, vive su particular auge. Al calor de la recuperación, estos contratos temporales –con una duración de entre 6 meses y 2 años– aumentaron en el último año un 23,7%, hasta los 83.800 contratos acumulados entre enero y junio de 2015, según un estudio de Randstad, la consultora de recursos humanos, que maneja datos de los servicios públicos de empleo.

Con el incremento actual, el contrato de formación acumula tres años seguidos de crecimiento. Desde 2010, su presencia se ha triplicado. Y su peso en el conjunto de la contratación supone ya un 1% del total de contratos (un 0,98%), frente al escaso 0,40% que representaba en 2010.

¿Qué ventajas tiene?

El contrato de formación permite al trabajador alternar formación y trabajo. Para ello, las empresas disfrutan de una serie de ventajas. La principal es el ahorro de costes. Las empresas de menos de 250 trabajadores gozan de una exención del 100% de las cuotas a la Seguridad Social. Es decir, siempre que contraten a un parado, las compañías dejan de pagar las cuotas por contingencias comunes, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, desempleo, fondo de garantía salarial (Fogasa) y formación profesional. Esta reducción se limita al 75% en el caso de las grandes compañías, con 250 trabajadores o más.

Estas ventajas se aplican durante los 24 meses de duración máxima que puede tener un contrato de formación –ampliables otro año, si lo recoge el convenio –. Y se extienden también a las cuotas del trabajador, que tampoco paga nada a la Seguridad Social. En total, empresas y trabajadores ahorran un 28,3% del salario bruto, que es lo suponen el conjunto de cotizaciones a la Seguridad Social, por un período de 2 o 3 años.

Pero además, si al término del contrato deciden transformar en fijo al trabajador, gozan del derecho a una reducción en la cuota empresarial de 1.500 euros por año durante tres años; una cantidad que aumenta hasta los 1.800 euros en el caso de las mujeres.

En cuanto a la formación, este coste corre también por cuenta del Estado, en particular, con cargo a la partida de los presupuestos del Servicio Público de Empleo Estatal para financiar las bonificaciones en las cotizaciones de la Seguridad Social. Además, como son las comunidades autónomas las que tienen transferidas las llamadas políticas activas de empleo, si hay gastos adicionales, el Servicio Público de Empleo subvenciona también a los entes autonómicos por estos gastos adicionales.

Los costes financiables de la formación se calculan de acuerdo a unos módulos. En la modalidad presencial, los costes por hora y participante son de 8 euros. Mientras que en la modalidad de teleformación o enseñanza a distancia, el coste es de 5 euros por hora y alumno.

Profesionales con educación superior

Un 65% de los trabajadores contratados bajo un contrato de formación tienen educación secundaria o superior, según el estudio para el primer semestre del año. El 35% restante son trabajadores con estudios primarios.

Así, de los 83.800 contratos de formación firmados en la primera mitad del año, 54.400 corresponden a universitarios y profesionales con estudios secundarios, casi un 18% más que el año pasado, y algo más del doble respecto a 2010.

Sin embargo, la mayor progresión se ha producido en los profesionales con enseñanza primaria. En los últimos cinco años, el número de profesionales contratados con uno de estos contratos se han multiplicado por ocho, desde los 3.500 iniciales, en 2010, hasta los 29.400 registrados durante la primera mitad de este año.

Todas las comunidades autónomas, a excepción de Cantabria, han visto aumentar el número de contratos de formación este año. Los mayores crecimientos se han producido en La Rioja, Asturias, País Vasco y Castilla y León, todas ellas con crecimientos por encima del 40%.

En el lado opuesto, cuatro provincias se apuntan descensos respecto al año anterior: Cantabria, con un 42% menos; Guadalajara, con un 10% menos, Tenerife, con un 1,5% menos y Zamora, con un 0,7% menos.