En España, hay casi 500.000 autónomos que declaran unos rendimientos íntegros -brutos- de 15.000 euros anuales, según los datos del ministerio de Hacienda. Esto supone un rendimiento neto -la diferencia entre sus ingresos y sus gastos- inferior a 10.000 euros. Sin embargo, con la subida en la base mínima de cotización prevista para 2016, estos autónomos tendrán que cotizar en 2016 por una base mínima de 893,10 euros al mes, esto es, 10.717 euros anuales; es decir, por encima de su rendimiento neto, según ha denunciado hoy ATA, la federación de autónomos.

En los últimos cuatro años, estos autónomos han visto incrementada en un 5% su cotización, lo que implica “un esfuerzo contributivo” que, según lamentan desde la entidad, “no está acorde con sus ingresos reales”, ha asegurado su presidente Lorenzo Amor.

Declarar por los ingresos reales

“Pedimos que se adecúe la base de cotización a los ingresos reales”, reclama Amor. “Proponemos 5 tramos de cotización en consonancia con las recomendaciones del Pacto de Toledo. España debe avanzar en la posibilidad de que los autónomos coticen por los rendimientos netos que reciben”, concluye.

La federación de autónomos aboga por establecer una base mínima similar al salario mínimo interprofesional (SMI). Así todo aquel autónomo persona física cuyo rendimiento esté por debajo del SMI estará exento de cotizar aunque sí esté obligado a tributar.

La propuesta incluye establecer cinco tramos de cotización: una mínima y tres intermedias a la máxima para que los autónomos tengan una cotización adecuada a los rendimientos netos, manteniendo la voluntariedad para que aquellos que quieran cotizar por encima de sus rendimientos netos puedan hacerlo.

“Todo lo que son subidas lineales en la base mínima supone un esfuerzo contributivo para los que tienen menos rendimientos netos, y apenas lo notan los que tienen mayores ingresos. Es por lo que esperamos que 2016 sea el último año en que los autónomos no puedan cotizar por sus ingresos reales”, concluye Amor.