La reforma del sector eléctrico en México va a dar un paso más con el objetivo de atraer inversión privada de empresas nacionales e extranjeras. En conjunto los nuevos proyectos previstos para mejorar las infraestructuras de ese país ascenderán a inversiones por 20.000 millones de dólares para los próximos cinco años.

Conocer las condiciones y características de las adjudicaciones cobra en esta convocatoria más relevancia dado que habrán cambios significativos respecto a las etapas anteriores. Las empresas están obligadas a vender la producción a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mientras que ahora a la actividad de generación podrán añadir la comercialización de la electricidad, aspecto que mejoraría la rentabilidad de las inversiones.

Los proyectos se centrarán en plantas de cogeneración, ciclos combinados, y también en parques eólicos y fotovoltaícos. Las autoridades energéticas de ese país intentan diversificar las fuentes de energía para la generación de electricidad, lo que conlleva el impulso a las renovables.

Iberdrola es uno de los grupos internacionales que más se ha interesado por México. El presidente, Ignacio Galán, ha anunciado el pasado julio que a los activos que ya cuentas se unirán siete plantas eléctricas en ese país, sobre  la base de los acuerdos ya suscritos con la Comisión Federal de Electricidad, con una inversión de 10.000 millones de dólares. Si bien en medios mexicanos se cita, entre los grupos interesados, además de la italiana Enel a las españolas Gas Natural y Acciona.