El fuerte descenso de los precios de las materias primas metálicas, en gran parte a causa de la desaceleración de la economía de China y de otros países emergentes, está pasando factura a las empresas siderúrgicas y a las dedicadas a la extracción y producción de cobre, aluminio y otras commodities. Empresas como Billiton o Arcelor presentan un comportamiento en Bolsa peor incluso que algunas petroleras, aunque en el caso de las mineras el problema se centre en la debilidad de la demanda y no en el aumento desmedido de la oferta.

La cotización del cobre en la Bolsa de Metales de Londres, pese al ligero repunte de ayer martes tras el anuncio por parte del banco central de China de la reducción de las tasas de tipo de interés, cotiza en el entorno de los 5.000 dólares la tonelada, lo que supone el precio más bajo de los últimos seis años.

En este contexto, la británico australiana BHP Billiton, la mayor empresa minera del mundo y segundo productor de cobre, ha presentado los peores resultados de los últimos diez año, con una reducción del 86% respecto al ejercicio anterior. Mientras su cotización en la Bolsa de Londres está en el entorno de los 9,5 libras por acción, cuando el máximo de los últimos doce meses quedó próximo a las 20 libras.

La trayectoria se repite en Alcoa que, afectada por la evolución de los precios del aluminio, se ha dejado casi un 28% de su valor en Bolsa en dos meses y cae un 48% desde el inicio de este año. La empresa estadounidense, tercer productor mundial de aluminio,está viendo como la caída del consumo de China -el primer consumidor mundial de commodities metálicas- está desatando una guerra comercial. Y es que la reducción de las importaciones desde ese país está provocando que otros productores de aluminio se disputen sus mercados.

Estas circunstancias son las que están detrás del aviso de la multinacional a los trabajadores en la fábrica de Avilés en España respecto al futuro de las instalaciones. La cotización del aluminio se encuentra a niveles de 2009.

También los problemas de los mercados asiáticos pasa factura a Arcelor-Mittal, primer productor mundial de acero, que pierde este año más de un 22% de su capitalización bursátil. Este verano ha revisado a la baja las previsiones de consumo mundial de acero, centrando los ajustes en Brasil.