Aparecieron sobre la faz de la Tierra hace más de 3.500 millones de años: hoy en día los científicos reconocen que el alga azul existe desde el origen de la vida en nuestro planeta. Se trata de un verdadero concentrado de energía vital de elevado poder de resistencia que ha sabido adaptarse durante millones de años en las condiciones más rigurosas y luchar hasta hoy contra los efectos del paso del tiempo.

La actividad de las algas azules -gracias a la fotosíntesis y al oxígeno que producen- ha participado en la creación de la vida aeróbica y en el nacimiento del mundo vegetal, además de jugar un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas.

En los últimos años se ha investigado con éxito su aplicación en la cosmética: el resultado está dando sus frutos y las algas azules son una potente fuente de rejuvenecimiento.  Su concentrado puro estimula la renovación celular, relanza la síntesis natural de las fibras de sostén de la piel, el colágeno y la elastina frenando su degradación. El poder anti-oxidante que generan es altamente protector.

Los equipos del CNRS (Centre Nacional de Recherche Scientifique de Francia) en investigación conjunta  durante más de una década con los laboratorios Galenic, han permitido profundizar en el secreto de su extraordinario poder rejuvenecedor: la línea Ophycée con concentrado puro de algas azules proporciona una respuesta completa antiarrugas y reafirmante en profundidad con resultados visibles tan solo a las tres semanas de su primera aplicación. Además, su textura extra ligera y refrescante deja en la piel una sensación permanente de bienestar y la hidrata,  manteniéndola tersa y suave durante horas.

Los tratamientos con algas azules son especialmente útiles en climas secos o en situaciones en las que su piel requiera máxima hidratación.

Twitter: @CarmelaDf