Artur Mas ha vuelto a Madrid por primera vez después de su victoria electoral en Cataluña para volver a explicar la necesidad, en su opinión, de modificar el acuerdo fiscal existente y para ilustrar el proceso de ajuste que está llevando a cabo su gobierno. Ajuste que, en todo caso, implicará menos gastos que en 2010 pero no los suficientes como para cumplir el objetivo de déficit público establecido por el Gobierno central para esa autonomía. “Podemos hacer un esfuerzo importante”, ha dicho Mas, “pero no volvernos locos”. Y hacer el esfuerzo de reducción del déficit hasta el 1,5% del PIB catalán, desde el 4,5% de 2010, “sería volvernos locos”. Con esa sencillez ha pretendido zanjar una cuestión tan importante como la necesidad de que las administraciones públicas, todas, cumplan con los compromisos adquiridos con la Unión Europea en materia de ajuste.

El presidente de la Generalitat ha justificado su decisión en dos cuestiones: la herencia recibida, ya que el déficit público real catalán en 2010 fue muy superior al que se había comprometido a alcanzar el anterior Gobierno y el desequilibrio fiscal entre España y Cataluña. Para Mas, Cataluña proporciona al conjunto del Estado una cifra muy importante de recursos que sirven para permitir una mayor prosperidad al resto de comunidades autónomas. Y eso no se puede mantener en el tiempo.

En ese contexto, de oposición de la realidad catalana a la del resto del Estado, es donde Artur Mas ha señalado que “España ha vivido por encima de sus posibilidades, pero que Cataluña lo hace por debajo de las suyas”, precisamente por ese exceso de transferencias de recursos. “Los esfuerzos, los ajustes, deben hacer en función de la riqueza de cada uno”, afirmó el presidente, dejando entrever que quienes más deberían llevar a cabo son los más pobres. No llegó a decirlo con esas palabras pero era evidente.

En el terreno del ajuste, cifrado entre 2.500 y 3.000 millones de euros de menores gastos del Gobierno catalán en 2011 que en 2010, Mas señaló que es “absolutamente imprescindible” y que afectará a todas las partidas de gastos, “excepto al capítulo de intereses de la deuda”. Aunque reconoció que algunos expertos le recomiendan que además de reducir gastos debería subir impuestos, el presidente de la Generalitat dijo que no lo haría “porque Cataluña está en la parte alta de tipos impositivos” e incluso reafirmó en varias ocasiones que bajará el impuesto de sucesiones para que “Cataluña esté igual o mejor que cualquier comunidad autónoma de régimen general”, citando en concreto a Valencia y Madrid como las comunidades donde más bajo es ese impuesto. Mas entiende que, después de las elecciones autonómicas de mayo, habrá otros gobiernos regionales que diseñarán un plan de ajuste en la línea del que está poniendo en marcha la Generalitat.

Para Mas, es absolutamente necesario alcanzar un nuevo pacto fiscal entre Cataluña y España de forma que la primera gestione y controle los impuestos que se pagan en Cataluña y que de esta cifra se aporte una cantidad al Estado para hacer frente a los gastos globales del Estado y para mantener la solidaridad necesaria con el resto de territorios. El presidente dijo que igual que España va a ver modificada en 2013 las aportaciones de fondos de la Unión Europea, viendo como se reducen, debería pasar algo similar con los que Cataluña aporta al conjunto.

En este sentido afirmó que su propuesta no se plantea en términos de amenaza y que para desarrollarla debe alcanzarse en Cataluña un “clamor “ que lo reivindique; que exista una aritmética en el Congreso que lo facilite y que se le planteará “a quien gobierne en España, sea quien sea”. Mas dijo que desde CiU van a hacer todo lo posible para que en 2012 no haya mayoría absoluta en el Congreso porque eso facilitara la receptividad a su propuesta. “Si alguien quiere contar con CiU de forma estable en la próxima legislatura tendrá que aceptar hablar de la cuestión”, señaló Mas.

No quiso pronunciarse sobre la petición del PP de adelanto electoral y la del presidente del Santander pidiendo a Zapatero que aplace el debate sucesorio hasta 2012 diciendo que entiende al PP “porque creen que les viene bien” pero “que no depende de ellos que ocurra”.  Al tiempo dijo que el presidente del Gobierno debería decir cuanto antes qué va a hacer finalmente.

En la parte económica de su intervención Artur Mas dijo que “Cataluña depende cada vez menos de España y más del mundo”, destacando en concreto el avance exportador que viene registrando la economía catalán, donde dijo que está el futuro pero luego identificó como sectores y actividades donde es posible crear empleo en el futuro inmediato al turismo, la hostelería, la restauración (alimenticia), las energías renovables y la aplicación de las políticas sociales de la dependencia y la integración, es decir nada que tenga que ver realmente con el tejido industrial y los servicios exportadores más allá del turismo tradicional.