El perfil de la sesión de hoy en los mercados europeos asemeja más a una montaña rusa que a cualquier otra cosa, una vez más. El mercado está en problemas y no le ayuda en absoluto la cada vez más cercana perspectiva de una subida de los tipos de interés por parte del BCE, en la que Trichet volvió a insistir tangencialmente.

Ahora subo, ahora bajo un poco, más tarde recupero y al final me desplomo. Esa fue la letra de la canción que ha interpretado el Dax alemán en el día de hoy y cuando el índice más importante de la Eurozona interpreta esta partitura, mala cosa para todos los demás. Sin duda, al índice alemán no le han sentado bien los resultados de las elecciones regionales en algunos lander, aunque lo cierto es que tampoco han provocado un cataclismo. Sólo intranquilidad a flor de piel.

No obstante, destacaremos que tanto el CAC, como el Footsie, como el Ibex, intentaron aguantar el chaparrón y durante algunas fases de la jornada lograron desligarse del destino del hoy errático Dax. Y mucho me temo que este rumbo errático se debe por completo a la debilidad que el índice alemán lleva ya algunas semanas demostrando.

A ver si los inversores y los analistas digieren las cifras del sector financiero español, las escrutan y dan un veredicto claro que empuje al alza a los bancos que lo merecen y castigue a quienes realmente se encuentren en situación apurada, porque el Ibex necesita un revulsivo y esta vez es casi seguro que podría suponer un acicate para el resto de mercados europeos, demasiado pendientes del sistema financiero español en los últimos días.

Entre tanto, anotaremos que el Dax, en una lamentable jornada, bajó un 0,11%, mientras el resto de los índices de referencia luchaban contra el color rojo. El FTSE logró cerrar con un avance del 0,06%, el CAC del 0,12% y el Ibex mejoró en el último tramo y se anotó un 0,38% de subida.