Las exportaciones y el turismo aumentan el crecimiento del PIB

29/03/2011

Salvador Arancibia. El sector exterior es el que está tirando del crecimiento de la economía española que tiene lugar en estos primeros meses del ejercicio. Tanto las exportaciones de bienes como el aumento del turismo tienen un comportamiento mejor del previsto inicialmente, aunque es pronto para saber si influirán en un mayor PIB.

La distribución del crecimiento económico en los primeros meses puede estar variando de forma significativa de manera que sea, una vez más y de manera más fuerte, el sector exterior el que proporcione cifras positivas mientras que la demanda interna siga detrayendo décimas al producto interior bruto.

Los indicadores son aún escasos y poco representativos en la medida en que se refieren al mes de enero y, en algún caso, a febrero por lo que los analistas dudan en darle o no carta de naturaleza a un posible cambio dentro del esquema de crecimiento.

Pero lo cierto es que el sector exterior, tanto en lo que se refiere a variación de las exportaciones de bienes como al turismo, registran tasas de variación más importantes de las que se esperaban para los primeros meses del año. En concreto, las exportaciones de bienes en enero, último mes del que se tiene datos, crecieron un 30% respecto al mismo mes del año anterior, recuperando en valores absolutos el nivel alcanzado en 2008. En los últimos meses de 2010, el ritmo de variación se había situado en un 18% y parece que ahora se ha vuelto a acelerar de manera importante.

La economía española muestra, tradicionalmente, un perfil en el que a un aumento de sus ventas al exterior le acompaña siempre un incremento similar en las compras. En estos meses no ocurre así debido a la debilidad de la demanda interna y por eso el déficit comercial, excluido la factura energética (las importaciones de petróleo y sus derivados) sigue reduciéndose de manera significativa.  No obstante, el déficit comercial global viene aumentando en los últimos meses como consecuencia de la subida del precio del petróleo derivada de la mayor demanda mundial y, en las últimas semanas, de la inestabilidad política en el Norte de África que ha provocado un incremento significativo del precio del crudo.

Por hacernos una idea de la importancia de este fenómeno baste resaltar que el déficit energético en los doce últimos meses ha ascendido a algo más de 36.000 millones de euros, de los que casi 14.000 millones se deben al “efecto precio”. Desde noviembre pasado a enero el déficit energético se ha elevado en 2.600 millones de euros mientras que el no energético ha  descendido en 700 millones.

El otro factor que está tirando de la economía es la actividad turística exterior. La entrada de turistas que pernoctan creció en febrero un 3,7% respecto a un año antes, 170.000 pernoctaciones más. De ellas,  la gran mayoría se debe a personas procedentes de los países nórdicos, Reino Unido y Alemania. La incógnita es saber si el aumento de visitas genera también un incremento del gasto medio por persona o no. La inestabilidad en el Mediterráneo sur favorece la llegada de turistas pero hay que esperar a ver si se consolida como mayores ingresos.

En cualquier caso, esta previsible mayor aportación del sector exterior al crecimiento puede verse más que compensada por la transferencia al exterior de la factura petrolífera si ésta sigue aumentando a los ritmos actuales y por la debilidad de la demanda interna.

Por el lado del consumo público pocas alegrías cabe esperar, dado el proceso de ajuste del gasto y reducción del déficit comprometidos. Es posible que las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos hayan abierto algo la mano en estos meses previos a las elecciones del 22 de mayo. Pero si lo han hecho la cerrarán inmediatamente después de la celebración de los comicios.

El consumo privado no acaba de tirar. Se nota no solo en el escaso crecimiento de las importaciones de bienes de consumo sino en las menores cifras internas. La matriculación de automóviles sigue descendiendo respecto al mismo periodo del año anterior; las ventas minoristas de enero no han repuntado y han sido bastante flojas.

Y es que, a pesar de una ligera mejora en el índice de confianza de los consumidores de los últimos tiempos, la evolución de paro registrado en enero y febrero, peor que hace un año, arroja sombras importantes sobre el futuro inmediato. Es seguro que marzo será un mes relativamente bueno en descenso del paro registrado y en afiliación a la Seguridad Social. El tirón del turismo y el efecto adelantamiento a la Semana Santa ayudarán a ello. Pero, señalan algunos analistas, no será suficiente para compensar los malos datos de los dos primeros meses del ejercicio.

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