El sindicato español Comisiones Obreras (CCOO) ha exigido este jueves a la empresa automovilística Volkswagen, afectada por una grave crisis de reputación después de reconocer que trucó millones de vehículos en todo el mundo para eludir los controles medioambientales, que garantice la inversión de 4.200 millones de euros que la firma alemana planeaba realizar en las plantas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra) hasta el año 2019. Según el sindicato, Volkswagen ha asegurado al Gobierno español que mantendrá la inversión comprometida.

CCOO ha mostrado su preocupación por los efectos que pueda tener el “escándalo” que afecta a Volkswagen, el grupo automovilístico al que se acusa de manipular sus vehículos a fin de obtener mejores resultados en las pruebas de control medioambiental.

Según CCOO, la dirección del grupo

Volkswagen ha confirmado al Gobierno español que la crisis “no va a repercutir en sus inversiones en España”. A pesar de haber perdido buena parte de su valor en Bolsa y de la fuerte sanción que recibirá en Estados Unidos, la multinacional asegura que no están en peligro los 4.200 millones que hasta el año 2019 pretendía destinar a I+D+i, así como a la mejora de bienes de equipo y de las instalaciones de las dos plantas españolas.

Por su parte, el sindicato exige “garantías” a la firma, no solo por la repercusión que el asunto podría tener en la planta catalana y navarra, sino también por que las “dudas” que pesan sobre Volkswagen puedan repercutir sobre el conjunto de la industria del automóvil en España, que ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años.

El sindicato recuerda que el presidente de Seat confirmó el 8 de septiembre que el grupo alemán invertiría 3.300 millones de euros en Martorell durante los próximos cinco años, mientras que 900 millones irían a Landaben.

Finalmente, CCOO llama al Gobierno a “tomar cartas en el asunto”, tal y como le exigirá al Ejecutivo en el Foro del Auto que reúne el lunes a representantes del ministerio de Industria, la patronales Anfac y Sernauto y los sindicatos CCOO y UGT.