El déficit público cerrará este año en el 6,2% del PIB y en 2012 se situará en el 5,2%, según las estimaciones del Banco de España, que advierte de que existen «riesgos de desviaciones» que podrían «minimizarse» con un control «estricto» de la ejecución presupuestaria en todas las administraciones públicas, así como con una mayor concreción de medidas para 2012.

Las estimaciones del Banco de España, contenidas en su informe sobre proyecciones de la economía española, son peores que las del Gobierno, que prevé un déficit del 6% para 2011 (dos décimas menos que la autoridad monetaria) y del 4,4% en 2012 (ocho décimas menos), debido fundamentalmente a la menor previsión de crecimiento económico de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez y, en el caso de 2012, al «efecto arrastre» de la desviación prevista para este año y a la falta de concreción sobre los planes de recorte del gasto.

Aunque advierte de que estas previsiones se encuentran «muy condicionadas», destaca que la consecución de los objetivos presupuestarios para 2010 ha supuesto un paso en la «dirección adecuada», no sólo por la magnitud del ajuste realizado, sino sobre todo por haber permitido «quebrar la tendencia al alza» de determinadas partidas de gasto que han mostrado una «elevada inercia» en el pasado.

No obstante, señala que el objetivo de recorte del gasto que queda por realizar es «considerable» y no tiene «precedente histórico», ni en su tamaño ni en su extensión a todas las administraciones públicas. Por tanto, concluye que existen riesgos de desviaciones, por lo que cree que el programa de estabilidad que presentará el Gobierno en abril resultará «crucial» como vía para concretar las medidas que conduzcan a la consecución de los objetivos comprometidos.

Aumentan los intereses de la deuda

El Banco de España prevé que los ingresos crezcan un 3,9%, tanto en 2011 como en 2012, mientras que los gastos caerán un 3,5% este año y repuntarán un ligero 1,4% el próximo. Las partidas destinadas al desempleo caerán un 5,8% en 2011 y un 14,1 en 2012, como consecuencia del descenso previsto en la tasa de cobertura asociada a la finalización del derecho a percibir la prestación para algunos parados.

Por el contrario, estima que la carga de intereses crezca un 9,8% este año y un 15,2% el próximo, como resultado esencialmente del aumento de la deuda pública y de los tipos de emisión.

Al mismo tiempo, prevé una caída del 3,1% en la remuneración de los asalariados en 2011 y un descenso del 0,7% en 2012, mientras que la inversión pública continuará ajustándose a la baja el próximo año, con una reducción del 3,4% para 2012, tras la caída del 20% prevista para el año en curso.