En el llamado Triangulo de Oro de París, en el número 33 de la rue Françoise, se encuentra la tienda DS, un amplio local de tres pisos en el que fundamentalmente uno puede comprar un coche de la marca a su gusto, pero también, existe la opción de contratar un paseo de hora y media por el “París Romántico” a bordo de un “tiburón”. Si ninguna de esas dos opciones; comprarse un coche o darse un paseo por la ciudad, está en nuestra hoja de ruta, hay una tercera que quizás encaje en el gusto de toda la familia; visitar una exposición de guantes de lo más variopinto.

Todos tienen en común que han sido creados por una marca de referencia en el mundo del guante; Maison Fabre, que cuenta con 90 años de tradición. Hubo un tiempo, no muy lejano, que todo aquel que conducía un coche usaba esa prenda para proteger las manos de las inclemencias del tiempo. Los había troquelados para el verano, de piel o de algodón, para hombre y para mujer. Conducir con esa prenda era elegante y distinguido.

La manufactura que los fabrica se encuentra en la región francesa de Aveyron y han trasladado al centro de París, hasta el cuatro de enero de 2016, algunas piezas históricas de su colección, como un guante perfumado creado para Maria Antonieta y los últimos diseños para este invierno. En la exposición también se puede ver la maquinaria que se emplea en su fabricación y fotografías, donde se puede apreciar la colaboración entre Fabre y la Alta Costura. Con motivo de ésta colaboración, en la tienda DS de París, Maison Fabre ha creado una edición limitada a 50 piezas que se pueden conseguir por 180 euros el de hombre y 200 el de mujer.