CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura han dejado sola a la Caja del Mediterráneo (CAM) tanto en el SIP como en el Banco Base, entidad a la que debían segregar todos sus activos financieros, tras ser rechaza esta propuesta en las respectivas asambleas generales de las entidades celebradas a última hora de este miércoles. Únicamente la asamblea de la CAM había votado favorablemente a esta segregación. Bastaba con la negativa de una de las cuatro cajas para que el proyecto no prosperara, pero han sido tres.

De esta forma, la asamblea de Cajastur fue la primera en rechazar la segregación de su negocio financiero a Banco Base, desvinculándose del Sistema Institucional de Protección (SIP) que conformaba junto a la CAM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, según confirmó la caja asturiana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Con esta decisión, CajAstur queda desvinculada a todos los efectos del contrato de integración y excluída del SIP, por considerar que no se ha cumplido la condición necesaria para su efectiva puesta en marcha.

La segunda caja en confirmar a la CNMV el resultado de su asamblea general fue Caja Cantabria, que también votó en contra de la segregación de su negocio a Banco Base, paso con el que se habría culminado el proceso de integración del SIP con las otras tres entidades. En total, 90 consejeros votaron en contra y dos se abstuvieron.

El tercer resultado en conocerse, aunque con muy pocos minutos de diferencias entre las tres entidades, fue el de Caja Extremadura, cuya asamblea decidió por 150 votos en contra de la segregación y los dos votos favorables de consejeros a favor, rechazar la integración en Banco Base y, por consiguiente, del SIP.

Pese a que con estos tres rechazos no podrá constituirse Banco Base, en el sector ya se esperaba  este resultado, debido al cambio de la situación de solvencia de la CAM. En concreto, sobre los consejeros de las tres cajas han pesado los 4.277 millones de euros que deberían pedir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por los «compromisos» adquiridos con anterioridad a este proceso por parte de la CAM. Ya en las dos últimas semanas habían surgidos problemas para realizar su fusión, después de que la CAM confirmara más activos morosos de los que inicialmente había reconocido, por lo que CajAstur pidió reducir su peso en Banco Base del 40 al 27%. Previamente las luchas por tener el control también habían dificultado el acuerdo, ya que la entidad alicantina pujaba con la asturiana por hacerse con porcentajes superiores al 40%.

De esta forma, el que iba a convertirse en el tercer grupo de cajas ha fracaaso, pese a que las cuatro cajas juntas sumaban 125.000 millones de activos. A partir de ahora, cada entidad deberá buscar cómo cumplir los requisitos exigidos por el Gobierno, que tras la renuncia por parte de las tres cajas de constituir un bajo, supondrá que tendrán que tener cada una un capital propio (core capital) del 10%. Aunque no se descarta que las tres cajas,l que este miércoles han rechazado la segregación, decidan diseñar un proyecto en común. La cuestión es si aún están a tiempo, ya que el pasado 28 de marzo debían haber entregado sus planes para conseguir la solvencia requerida. El Banco de España tendrá la última palabra en abril.

En peor situación queda la CAM, que de no aparecer un «milagro» podría ser puesta a la venta por parte del Banco de España. Sobre esta posibilidad ya existen algunos rumores que apuntan a La Caixa, BBVA o el propio Santander como posibles compradores. También para la intervención habrá que esperar a la última palabra del Banco de España, que probablemente también se conozca en abril.