El Banco Popular está estudiando una propuesta realizada por un banco de inversión internacional para sacar de su balance activos inmobiliarios valorados en unos 5.000 millones de euros. Esto supone la tercera parte de todo el ‘ladrillo’ existente en el grupo al finalizar el primer semestre, que a su vez un tercio son suelos o solares.

La operación, adelantada por El Confidencial y de la que el banco no ha hecho oficialmente comentario alguno, consistiría en crear una sociedad que estaría gestionada y financiada de manera independiente, por lo que esos activos inmobiliarios saldrían del balance del Popular, con la consiguiente reducción en el volumen de activos ponderados por riesgo, menores exigencias de ratios de capital y aumento considerable de la rentabilidad, una de las asignaturas pendientes del banco.

El estudio de la idea ha sido comunicado por el Popular tanto al Banco de España como al Banco Central Europeo (BCE), que se han mostrado receptivos a esa propuesta.

Quien también parece aplaudir ese banco ‘malo’ en el Popular es la Bolsa. El mismo día que se estrenaban en la cotización las acciones procedentes del pago en efectivo del dividendo, la cotización del Popular subió un 3,42%, hasta los 3,66 euros.

Ya en 2012 el Popular estudió la creación de un banco ‘malo’, aunque finalmente optó por potenciar Aliseda y participar en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Un año más tarde, el Popular encomendó la gestión de sus activos inmobiliarios a Aliseda Inmobiliaria, de la que todavía conserva el 49%, tras vender el 51% a los fondos internacionales Värde Partners y Kennedy Wilson.

La posible creación de un banco ‘malo’ no afecta a Aliseda. Todo lo contrario, ya que permitiría centrar todos sus esfuerzos en la venta de inmuebles ‘rentables’. En el primer semestre, Aliseda vendió inmuebles por 1.172 millones de euros, el 96% más que en el mismo período de 2014. En el segundo trimestre se vendieron 638 inmuebles (de los que 54 a inversores mayoristas), el 82,7% más que en marzo del año pasado. En el primer trimestre fueron 534 (174 a mayoristas).

El objetivo para todo el año, que no ha sido revisado al alza pese a la extraordinaria evolución en el primer semestre, es superar los 2.000 millones de euros en venta de inmuebles. Objetivo que previsiblemente será rebasado con amplitud, porque el promedio mensual hasta junio está en 256 inmuebles (máximo histórico) y 157,3 millones de euros. El 18% de las ventas son suelos (109 millones en el primer semestre).