El secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat de Cataluña, Pere Torres destacó en la inauguración que “desde que apareció el concepto de ecoinnovación hace 20 años, el balance es positivo”. El alto cargo añadió que “en el entorno de la investigación y el desarrollo tecnológico, actualmente es difícil encontrar iniciativas que excluyan el componente ambiental cuando se diseñan”. Torres deseó que en el futuro no se tengan que colocar los prefijos “eco” porque “los principios que indican sean plenamente incorporados en el diseño, en la innovación, en la producción o en el consumo.

Un informe sobre casos prácticos contiene las principales tendencias identificadas en empresas que han implementado la ecoinnovación durante 2014 y 2015, donde se concluye que cualquier tipo de empresa puede ecoinnovar. Ya sea por necesidades del mercado, para mejorar la imagen de la empresa, para mejorar la eficiencia en sus procesos o como consecuencia de modificaciones legislativas que se convierten en oportunidades de negocio. De este proceso, se derivan beneficios evidentes que afectan a la empresa positivamente, como la reputación, la gestión del riesgo, el aumento de ventas; además favorecen al cliente y al medio ambiente.

Para demostrar estos beneficios, tres empresas que ya han implantado la ecoinnovación en su estrategia, Coca-Cola, BASF y Girbaum, presentaron en la jornada algunos de los ejemplos de aplicación y los beneficios obtenidos en la compañía.

Coca-Cola, con el programa “Sustainable Agricultur Guidin Principles”, ha conseguido que sus proveedores reduzcan hasta un 20% sus costes de producción, con una correcta fertilización se ha reducido un 60% el uso de fitosanitarios y en un 23% la huella de carbono derivada de su uso. Todo esto supone una mejora de la rentabilidad de las producciones agrícolas que revierte en la protección de puestos de trabajo en zonas rurales.

Girbau, quinto mayor fabricante de equipos para lavandería a nivel mundial, ha invertido en los últimos 15 años un 3,5% de su facturación en la creación de la Cátedra Girbau (UPC) para la mejora de sus equipos. Uno de los éxitos conseguidos es de la secadora Ecodryer, que consigue una reducción del consumo de energía con ciclos más cortos en los que se mejora la entrada del aire en el tejido y se personaliza la velocidad del tambor gracias a los controles de humedad que incluyen. Los principales beneficios que genera esta tecnología incluyen una reducción de un 15% del coste en cada ciclo de secado que pasa de los 42 a los 25 minutos con idéntico resultado. En estos años la mejora tecnológica de sus máquinas se muestra con una reducción de un 59% del consumo de agua en cada ciclo de lavado que también ha reducido su duración en un 23%.

BASF, empresa química líder mundial, presentó como ejemplo de ecoinnovación uno de sus aditivos para carburante pensados para los nuevos motores y que ayuden a disminuir el 10% de perdida de la energía de los combustibles que se produce por la fricción interna de los motores. El producto Keropur genera un film protector en el motor reduce al mínimo esta fricción y reduce la formación de depósitos en el sistema de inyección. Gracias a este producto se puede reducir el consumo de combustible en un 2%, con la consiguiente reducción de gases contaminantes y de efecto invernadero, y se ha convertido en uno de los productos que más ha crecido en su cartera empresarial.

El Laboratorio de Ecoinnovación es una iniciativa de la Obra Social “la Caixa” y la Fundación Fórum Ambiental y tiene como finalidad identificar oportunidades de negocio que tengan el medio ambiente como factor impulsor, aumentar la competitividad de las empresas, anticipar necesidades futuras de ecoinnovación del tejido empresarial y colaborar, por tanto, en el impulso de la ecoinnovación y la innovación responsable como estrategia para un desarrollo más sostenible.