No estamos hablando de una resistencia en sí, sino de varios factores que parecen haberse puesto de acuerdo al mismo tiempo para que la zona por la que transita el mercado tenga más peligro que un saco de bombas:

En la parte superior tenemos al S&P 500, con su directriz de tendencia bajista. Se ha encontrado con ella apenas unos minutos en una batalla desigual porque no ha habido forma de superarla. La directriz está en confluencia con la media ponderada de 150 sesiones y muy cercana a la media de 200 velas. Casi nada.

Por su parte, justo debajo, tenemos al Dow Jones, el índice de los blue chips. Vemos su canal alcista y como la banda superior del canal está ahora mismo en confluencia también con la media ponderada de 150 periodos. Lleva ya tres días intentando superar estos niveles y no hay forma.

Sin embargo, no todo es negativo. Hay que valorar como hecho positivo que los índices no hayan recortado más y que se estén limitando a intentar coger impulso en el mismo día. En la parte negativa, el sector biotecnológico vuelve a protagonizar importantes caídas, lo que se ha dejado notar en el Nasdaq.

En definitiva, una sesión de ida y vuelta en la que nadie sabe qué pesa más, si que las palabras de Yellen no aporten novedad alguna, si los malos resultados de IBM o las cuentas positivas de Netflix.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,08%, el S&P 500 un 0,14%, el Nasdaq 100 un 0,54%, el Nasdaq Composite un 0,50%, el Nyse Composite un 0,08% y el Russell 2000 un 0,09%.