Una fuente importante de actividad para el taller son los vehículos que les derivan las compañías de seguros Sin embargo, con frecuencia se encuentran con el dilema de a quién devolver las piezas sustituidas después de la reparación: ¿a la compañía de seguros o al dueño del coche?
La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) considera que «en términos generales, la ley establece que cuando un taller realiza alguna reparación a quien debe presentar el vehículo y las piezas sustituidas es al cliente, salvo que éste manifieste lo contrario». Pero en esos casos surge la pregunta: el cliente del taller de reparaciones, ¿es el propietario del automóvil o la aseguradora?
La Ley de Contrato del Seguro no aclara quién debe quedarse con las piezas cambiadas del vehículo, pero sí señala que «es ilegal que el asegurado se enriquezca a causa de la indemnización de un siniestro».
Para Ganvam, la norma «nos da a entender que las piezas le corresponden a la aseguradora». Si se las quedara el propietario del coche, se estaría “enriqueciendo”, ya que su vehículo se ha reparado sin coste, pero recibiría recambios que sí podrían reportarle alguna ganancia en el mercado de segunda mano.
Además, se puede producir «un conflicto medioambiental». Si las piezas sustituidas contienen algún tipo de residuo (aceites, filtros, entre otros) y se entregan al cliente, «se le está trasladando una responsabilidad que le corresponde al taller, que es quien debe cumplir con toda la normativa», apuntan en Ganvam.
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