Ibéricos Fisan

Hay empresas que acaban de ver la luz y hay otras con solera, que llevan acompañando al consumidor durante años. Es el caso de Fisan, la empresa de Guijuelo, Salamanca, que lleva produciendo ibéricos desde 1920. Seguramente cuando Fidel Sánchez decidió transformar la tradición de la matanza y la producción de jamones para consumo familiar en un pequeño negocio, no pensó que su idea llegaría hasta nuestros días.

Hoy, casi un siglo y tres generaciones después, el negocio sigue abierto y en manos de la misma familia: “Al frente estamos tres de los hermanos, Florencio, Javier y Eva. Llevamos las riendas de la empresa pero siempre con el apoyo del presidente, Don Florencio”, explica Eva Sánchez, directora de Gestión y Comunicación.

Comentan que uno de los mayores retos de la compañía ha sido adaptarse a los nuevos tiempos y también, a los nuevos gustos del mercado sin por ello perder la esencia: “Mantenemos el sabor tradicional de los productos y el mimo que caracteriza su elaboración”, añade. La empresa, que en 2014 facturó casi 7 millones de euros, ha realizado grandes inversiones en el cambio de imagen, mejorando y ampliando las instalaciones, cambiando el packaging, etc.

Venden principalmente en España pero también cuentan con puntos de venta en la UE: “El canal de distribución es Horeca, el tradicional, con trato directo a las charcuterías y la restauración”, explica Sánchez. El best seller de la compañía, en la que trabajan 28 personas, es el jamón bellota Gran Reserva.

Entre sus próximos proyectos está el de ampliar las instalaciones y construir nuevas zonas (unos 3.000 metros cuadrados nuevos), con vistas a ampliar el mercado europeo.