El interés de los inversores institucionales en el área eléctrica se ha centrado en los últimos meses en las empresas o activos relacionados con las energías renovables, ya sea a través de adquisiciones directas o la compra de acciones. Esta última apuesta es una de las causas del ascenso en Bolsa de compañías como Gamesa o Acciona, que se encuentran entre las que mejor comportamiento presentan dentro del Ibex.
En este año se han cerrado, asimismo, diversas operaciones, y una de las más relevantes ha sido la compra de Renovalia por el fondo de inversión estadounidense Cerberus que se cerró el pasado octubre. La empresa adquirida, que tuvo que abandonar los planes de salir en Bolsa en 2010 por las incertidumbres regulatorias, cuenta con plantas eólicas, fotovoltaicas, termosolares y minihidráulicas en España y otros países -Estados Unidos, México, Italia, Chile y Hungría- que suman 600 megavatios de potencia instalada ya en producción y en fase de construcción. La transacción quedó valorada en una cifra próxima a los 1.000 millones de euros.
En esta línea el fondo de inversión KKR pactó en julio, también de 2015, la compra del 80% de Gestamp Solar a Gestamp Renovables. La filial objeto de la transacción está centrado centrado en el desarrollo, construcción, operación y mantenimiento de plantas solares fotovoltaicas. Ambos socios se comprometieron a apoyar el plan estratégico de Gestamp Solar para disponer en 2020 de hasta 2.500 megavatios de potencia instalada
Esta adquisición y otras de un calado similar muestran que el cambio regulatorio que había afectado en profundidad la retribución de los activos verdes ha sido ya asumido por los inversores. En una línea similar, aunque con más complejidad, se vislumbra la percepción de los inversores en el caso de las empresas integradas -que cuentan con generación, distribución y comercialización- y que están agrupadas en Unesa (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, Viesgo y EDP).
Es un interés que ya se percibió con la compra de Viesgo, que había cambiado de nombre por el de E.ON España cuando fue adquirida por la multinacional alemana. La eléctrica ubicada básicamente en Cantabria ha sido comprada este año por el fondo de infraestructuras australiano Macquarie, después de la grave crisis que atraviesa E.ON
Además de otras transacciones similares focalizadas en las renovables, incluidas la compra de deuda, otras se han visto ralentizadas por la crisis de la Bolsa de China o por otros factores, si bien EDP Renovaveis plantea colocaciones y Enel se va a hacer con su filial Enel Green Power.
Pero ahora en medios del sector se habla de caza mayor, y se trataría de ofertas de más de algunos de los grandes fondos –CVC y KKR- por alguna de las eléctricas integradas, centradas de momento en Endesa. Esta operación, pese a su elevada cuantía -su capitalización bursátil supera los 20.200 millones de euros- sería más factible que otras, siempre que Enel, que cuenta con más del 70% de las acciones, quisiese vender.
Si bien, oficialmente, es decir, las intervenciones públicas de los directivos de la multinacional italiana han apunto hasta ahora a que Endesa es una posición estratégica para el grupo, incluso después de que los activos latinoamericanos hayan pasado a la matriz. Las cuentas de la empresa española hacen prever que superará sus objetivos para 2015 y que podría mejorar su dividendo ordinario.
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