Las comisiones obreras, la lucha por la dignidad

05/04/2011

diarioabierto.es.

Me invitan a hablar brevemente a jóvenes delegados y delegadas de CCOO sobre “La Historia y fundamentos políticos de CCOO”. Se necesita toda una vida para abordar este tema de millones de vidas, dedicadas a la defensa de la clase trabajadora.

Una historia de Comisiones Obreras que es inseparable de la Historia del Movimiento Obrero. Desde siempre los trabajadores y trabajadoras se han organizado para defender sus problemas. Las primeras noticias de unas comisiones obreras se remontan a 1170 antes de Cristo, cuando los obreros de las pirámides declaran una huelga y nombran una comisión para exigir que se les entregue la comida adeudada por el faraón.

La injusticia, la desigualdad, la falta de libertad han conducido a los trabajadores y trabajadoras a organizarse, rebelarse, movilizarse, negociar y, si ha sido posible, alcanzar acuerdos, desde tiempo inmemorial.

Eso es el sindicato, trabajadores organizados para defender sus propuestas, intereses, la solución de sus problemas. Hoy, cuando en China tenemos noticias de huelgas y reivindicaciones, al margen de los sindicatos oficiales., tenemos otra muestra de la lucha por la libertad sindical y los derechos laborales. Como la tuvimos en 1886, cuando las movilizaciones de la clase trabajadora de Chicago, que reivindica 8 horas diarias de trabajo frente a las 12 ó 14 diarias que realizaban fueron aplastadas y sus líderes condenados a muerte. Esa lucha dio origen a la conmemoración del 1º de Mayo, como día de los trabajadores en todo el mundo.

Las CCOO tienen ese mismo origen. Allá por mediados de los años 50 del siglo pasado, bajo la dictadura franquista, los trabajadores de la minería, la industria o la construcción organizan comisiones obreras para negociar con los empresarios.

Esas comisiones van convirtiéndose en permanentes y se organizan tomando contacto con otras empresas, presentándose a las elecciones sindicales del sindicato oficial franquista, el vertical, y llegando a ganarlas en 1964. El Régimen franquista comienza a ver con preocupación el auge de las Comisiones Obreras, e inicia su persecución policial, llevando a sus dirigentes ante el Tribunal de Orden Público (TOP), creado en 1963 para fusionar el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo y los tribunales militares, que juzgaban por delito de sedición a los sindicalistas de CCOO.

El proceso más famoso, denominado Proceso 1001, juzgó en 1973 a la cúpula dirigente de CCOO, detenida durante una reunión clandestina en el convento de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón. Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban, Eduardo Saborido, Francisco García Salve, Luis Fernández, Francisco Acosta, Juan Muñíz Zapico, Fernando Soto, fueron condenados a entre 20 y 2 años de prisión. Las condenas fueron duras, si tomamos en cuenta que no existía otro delito que el de reunión libre y el derecho a la libertad sindical. Pero el juicio se inició el 20 de Diciembre de 1973, el mismo día en que fue asesinado Carrero Blanco en un atentado de ETA, lo cual crispó al Régimen franquista que quiso dar una lección ejemplarizante a los demócratas.

La muerte de Franco en 1975 terminó trayendo la libertad para los condenados, pero no acabó con el dolor. Aún la dictadura, herida de muerte quiso morir matando y un grupo de fascistas organizó y ejecutó el asesinato de los Abogados de Atocha el 24 de Enero de 1977. Allí, en un despacho laboralista de la calle Atocha, 55, perdieron la vida Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez Leal. Quedaron heridos gravemente y marcados de por vida, Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos y Dolores González Ruiz. CCOO de Madrid ha promovido la Fundación Abogados de Atocha para mantener viva su memoria y su lucha por los derechos laborales y sociales.

CCOO es hoy la primera organización sindical española, manteniendo sus principios esenciales como sindicato de clase, autónomo e independiente de poderes públicos, partidos políticos, o el empresariado. Sindicato unitario que lucha por la unidad sindical y de los trabajadores y sociopolítico, en cuanto que defiende a los trabajadores en la empresa y ante las políticas públicas de los Gobiernos.

Un sindicato que utiliza los cauces democráticos de la movilización y la negociación para alcanzar acuerdos en la empresa y para defender los derechos laborales y sociales de los trabajadores.

Ser sindicalista es sentir el hambre de las necesidades, las desigualdades, la injusticia. Sentir la rebeldía y la pasión por transformar las cosas, devolviendo la decencia al trabajo y la dignidad a nuestras vidas. Sentir la necesidad de organizarse, afiliarse, defender a los trabajadores y trabajadoras. Así son los y las sindicalistas de CCOO.

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