Los Austrias de Madrid

05/04/2011

Pascual Hernández, viajeroshoy.com.

Palacios, casas señoriales, calles medievales, magníficas plazas y mercados, iglesias, tabernas, mesones… Un paseo por el llamado Madrid de los Austrias; la Puerta del Sol, Palacio Real, La Almudena, Plaza Mayor o el Rastro..

Una metrópoli con más de mil años de antigüedad abarca una gran riqueza monumental, cultural y de ocio. El Barrio de los Austrias se corresponde con el primitivo trazado medieval de la ciudad y a la expansión posterior que tuvo durante el reinado de la Casa de Austria, al ser designada capital de la corte en 1561 por Felipe II.

Puerta del Sol

Nada mejor que iniciar el paseo en el punto kilométrico Cero del país, situado en la Puerta del Sol, debajo del Reloj de la Real Casa de Correos que cada 31 de diciembre da las 12 campanadas.

En tiempos de los Austrias la Puerta del Sol era ya el principal punto de encuentro de la ciudad, aunque sólo se trataba de un ensanche donde se cruzaban las calles Mayor y del Arenal, que se extendían luego a través de la Carrera de San Jerónimo y calle de Alcalá. Aquí se encontraban las Gradas de San Felipe conocidas como `mentideros de la Villa´, donde acudían a diario los vecinos para informarse de las noticias. La Puerta del Sol debe su nombre a un antigua puerta de acceso a la ciudad del siglo XV que tenía grabado un.

Afortunadamente, tras varios años de obras por la realización del intercambiador de transportes subterráneo, ya puede contemplarse con toda su belleza y animación este histórico lugar que continúa siendo punto de encuentro y tránsito de la ciudad, muy bien comunicado por la excelente red de metro madrileña y varias líneas de autobuses urbanos.

Destacan también en ella las estatuas del Oso y el Madroño, símbolos heráldicos de la ciudad, otra ecuestre de Carlos III y la de la Mariblanca (así es conocida una pequeña escultura de la diosa Venus) junto al inicio de la Calle del Arenal. Y de ella nace la calle Preciados, frente a la Real Casa de Correos, que es una de las más transitadas del país al contar con numerosos comercios y comunicarla con la Plaza de Callao y la Gran Vía.

Junto a Preciados, en el número 12 de la pequeña calle de Tetuán se encuentra el restaurante Casa Labra, fundado en 1860, donde disfrutar de unos deliciosos buñuelos de bacalao y croquetas de jamón con una cerveza, para abrir boca y afrontar el paseo con el mejor ánimo.

Sigo mis pasos por la calle del Arenal abajo, en busca del Teatro y Palacio Real. Hasta el siglo XV la calle era el cauce de un arrollo que desembocaba en la actual Plaza de Isabel II y con los Austrias empezó a cobrar relevancia al construirse en ella diferentes palacios.

Construcciones que se sucedieron con los siglos, aunque a nuestros días el único que ha llegado es el Palacio del Marqués de Gaviria, de 1847, de estilo italiano renacentista, y que se encuentra en el primer tramo de la calle.

Actualmente sus salones son escenario de clases de baile, exposiciones, eventos y una discoteca. Unos metros calle abajo se encuentra otro de los grandes templos de la movida nocturna madrileña, la discoteca Joy Eslava, que ocupa el lugar del antiguo Teatro Eslava.

A mitad de la calle, la Iglesia de San Ginés, del siglo XIV, aunque tras numerosas reformas de la original apenas si conserva su esbelta y bella torre mudéjar. En esta iglesia fue bautizado Francisco de Quevedo y contrajo matrimonio Félix Lope de Vega, como atestigua una placa de mármol a su entrada. Junto a ella encuentro el histórico y castizo  Pasadizo de San Ginés, con su vieja librería al aire libre y, más adentro, la famosa Chocolatería de San Ginés, que tiene más nombre que calidad.

A la derecha, ascendiendo, se encuentra la cercana Plaza de San Martín y el Monasterio de las Descalzas Reales, de 1559, en el que destaca su espléndida colección de arte con más de 10.000 obras que puede ser visitada. Distintas casas palaciegas, hoy desaparecidas, abrazaban el perímetro de la Plaza en época de los Austrias. La construcción del Monasterio fue una iniciativa de Juana de Austria, hija del emperador Carlos.

Teatro y Palacio Real

Desde la calle del Arenal se llega a la Plaza de Isabel II, conocida por Opera al encontrarse allí el Teatro Real. En época de los Austrias el lugar era un profundo barranco conocido como Barranco de las Hontanillas por la existencia de aguas subterráneas.

Continuando la calle se desemboca en la Plaza de Oriente y el Palacio Real. El Palacio Real, de estilo barroco clasicista, fue construido sobre el solar que ocupó el Real Alcázar, que fue residencia de los reyes españoles hasta ser arrasado por un incendio. En este lugar estuvo el núcleo donde se fundó Madrid y junto a él se construyeron las murallas cristiana y árabe que protegían la ciudad. Hoy el Palacio no es residencia real pero sí es utilizado para ceremonias de Estado. En su interior destaca el Salón del Trono, con su bóveda pintada por Tiépolo. Los enormes espejos son de la Real Fábrica de La Granja y las arañas de cristal de roca son venecianas. La Real Armería está considerada como una de las colecciones más importantes de su género al conservar armas y armaduras pertenecientes a los reyes de España desde el siglo XIII y también conserva una colección única en el mundo de instrumentos musicales realizados por Stradivarius. El horario de visita al Palacio es de lunes a domingo a partir de las 10 de la mañana.

Esta zona es conocida por sus tascas y bares tradicionales, donde degustar los cocidos madrileños o los bocadillos de calamares. Las tiendas tradicionales de cererías, objetos religiosos, mercerías con Pontejos, pañerías como Ollero o instrumentos musicales como Garijo son lugares en los que encontrar verdaderas maravillas.

En viajeroshoy.com puede continuar el paseo por el Madrid de los Austrias, seguro que lo disfrutará.

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