El Banco de España dice que 2011 será muy duro para bancos y cajas de ahorros

05/04/2011

Salvador Arancibia. “Este año seguirá siendo de ajuste para la economía y uno de los más duros para el sistema bancario”, ha afirmado el gobernador del Banco de España que ha pedido que se mantenga la continuidad y la ambición de las reformas emprendidas.

La jornada sobre ‘el reposicionamiento del sistema bancario español’ ha estado protagonizada por la diferente visión que han expresado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el presidente de la patronal bancaria AEB, Miguel Martín. El primero inauguraba la sesión y el segundo la clausuraba. No han estado juntos pero sus intervenciones chocaban entre sí.

El gobernador tuvo un comportamiento moderadamente optimista sobre la marcha de la economía española y sobre los problemas del sistema financiero español y, por primera vez en mucho tiempo, no pidió nuevas reformas. Posiblemente porque recordaba que el año pasado por estas fechas, cuando hablaba de la necesidad de llevar a cabo una reforma laboral, de las pensiones o un ajuste del gasto público, recibió grandes críticas por parte de los agentes sociales y del propio Gobierno y del partido socialista.

Un año después podía haber dejado claro que todo por lo que fue atacado en aquellos momentos se ha puesto en marcha: hay una reforma laboral, y se discute la modificación de la negociación colectiva; se ha aprobado la reforma de las pensiones para que entre en vigor en 2013 y el Estado ha hecho un fuerte esfuerzo fiscal con la subida de algunos impuestos y, sobre todo, con la reducción del gasto público estructural como la rebaja de los salarios de los empleados públicos y de la mayor parte de las pensiones.

El balance de Fernández Ordóñez es positivo:  el sector privado de la economía española “ha reducido sus desequilibrios a una velocidad superior que el resto de países” y se ha logrado que el déficit exterior pase del 10% del PIB al 5%. Las familias incrementaron su tasa de ahorro de forma exponencial de manera que ahora “está permitiendo reducirla”. Por último, dijo el gobernador, la inflación de productos no energéticos no supera el 1% y está por debajo de la europea, algo que no ocurría nunca. Fernández Ordóñez reconoció que el ajuste fiscal ha tenido una fuerte aceleración tras el estallido de la crisis de la deuda soberana protagonizada por Grecia e Irlanda.

En todo caso el gobernador pidió que no se durmieran en los laureles y que mantuviera el ritmo y la orientación de las reformas para lograr un país más competitivo. Para él, la reforma más necesaria es la laboral para conseguir que los ajustes no se hagan por la vía del aumento de desempleo sino que haya más flexibilidad y por lo tanto los empresarios puedan empezar a contratar, lo que redundaría en mayor recaudación de impuestos, reduciendo el déficit de forma más acelerada, y más consumo al haber más crecimiento.

En el sector financiero el gobernador defendió lo hecho hasta ahora aunque vino a reconocer que quizás se había ido demasiado lento al principio. No obstante, mantuvo su tesis de que lo importante al principio de la crisis era reforzar el saneamiento de los balances de bancos y cajas y no tanto preocuparse por la capitalización de las entidades, algo que ahora si preocupa. Para el Banco de España los esfuerzos que las entidades financieras han hecho en estos años son notables.

En el lado de la consolidación del sistema financiero se ha pasado de 45 cajas a poco más de 15 y el tamaño medio de la nuevas entidades se ha multiplicado por dos veces y media. El conjunto del sistema, bancos y cajas, han hecho saneamientos por valor de 95.000 millones de euros en los tres últimos años, lo que representa un 9% del PIB y lo han hecho contra las dotaciones existentes y contras las cuentas de resultados. Apenas 11.000 millones proceden del FROB.  Además, dijo, las entidades se han dotado de un exceso de capital  sobre los mínimos exigidos de unos 50.000 millones de uros, un 5% del PIB.

Ha sido precisamente en el terreno de la recapitalización del sistema financiero donde han surgido las discrepancias entre el gobernador y el presidente de la patronal. Fernández Ordóñez ha defendido las reformas introducidas (creación del FROB, nueva ley de cajas, real decreto de nuevas exigencias de capital…) y el hecho de que el FROB garantice en última instancia que todas las entidades españolas cumplirán los requerimientos de capital porque si no los encuentran en el mercado el FROB los aportará.

El Banco de España consideró que era prioritario reestructurar el sistema financiero consolidando un elevado número de entidades pequeñas y sin disciplina del mercado y con una elevada exposición al sector inmobiliario. Para la AEB lo prioritario habría sido dejar claro que las entidades en dificultades tenían que buscar recursos por sí mismas y que las que fueran incapaces de resolver sus problemas de forma interna deberían ser intervenidas, saneadas y colocadas en el mercado o que desaparecieran.

Porque para Miguel Martín el principal riesgo actual es que la deuda privada se convierta en deuda pública y los mecanismos de aseguramiento que proporciona el FROB son, en su opinión, el camino directo para que esto ocurra. Para la AEB, entre discutir cuánto capital necesitan las entidades en dificultades o centrarse en cómo se reestructuran, se ha elegido la primera opción cuando lo importante era la segunda.

La entrada del FROB en el capital de algunas cajas, recordó el gobernador, es temporal , pero para Miguel Martín precisamente dicha entrada pude alargar los plazos de esa temporalidad, puso el ejemplo de un banco nórdico que dos décadas después todavía tienen presencia pública, y sobre todo que no está definido de forma clara como se devuelven las ayudas recibidas para que realmente sean temporales.

Martín pidió que el objetivo último sea logar que la entidad ayudada sea en el futuro sólida y eficiente y eso no está claro en la actualidad al tiempo que afirmó que existe un peligro evidente: que las ayudas públicas recibidas, y las van  recibir todas las entidades que las necesiten, pueden distorsionar la competencia, igual que lo hicieron las ayudas de algunos países europeos a algunos de sus bancos nacionales.

El presidente de la AEB acabó con una andanada a la línea de flotación del Banco de España: la situación actual ha demostrado, en su opinión, que no hay mecanismos para la detección de las crisis y para solucionarlas. El gobernador se había ido un par de horas antes y no pudo escucharlo directamente. Habrá que ver si le contesta.

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