Abengoa ha solicitado formalmente ante un juzgado de Sevilla el preconcurso de acreedores con el que dispondrá de un plazo de cuatro meses para negociar una solución con sus acreedores, indicaron a Europa Press en fuentes de la compañía.
Abengoa solicita el preconcurso tras romper Gonvarri Corporación Financiera, filial del grupo Gestamp, el acuerdo para adquirir el 28% de su capital, con una inyección de 350 millones, al considerar no cumplidas las condiciones a las que estaba sujeto dicho acuerdo.
En la nota remitida ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para informar de su situación, la empresa ya indicó que solicitaría «a la mayor brevedad» el preconcurso de acreedores.
El preconcurso de acreedores es una posibilidad que contempla la Ley Concursal por la que permite a una empresa reconocer ante un juez su situación de insolvencia y contar con un máximo de cuatro meses para pactar un acuerdo de reestructuración de deuda con los bancos que le evite declararse en concurso.
Con el procedimiento de preconcurso, la compañía sevillana tratará de sortear el que sería el mayor concurso de la historia de España, por delante del de Martinsa Fadesa, que a cierre de 2014 presentaba un ‘agujero patrimonial’ de 4.603 millones de euros.
Abengoa, por su parte, cifra en 8.903 millones de euros su deuda total bruta consolidada, cuyo coste medio es del 7%. De esta cifra, la mayor partida es deuda corporativa, por un importe de 5.828 millones a un coste medio del 7,6%. El pasivo total del grupo a cierre del tercer trimestre ascendía a más de 24.700 millones de euros.
Inquietud en la plantilla
El presidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, reconoce la «inquietud» de la plantilla ante la situación de la empresa y asegura que un grupo de personas «muy calificado» trabajará «con la mayor energía» en la búsqueda de una solución.
«Como sabéis por los medios de comunicación Gonvarri nos comunicó formalmente en el día de ayer que no iba a realizar la inversión anunciada en la ampliación de capital ya que no se daban las condiciones que esta compañía consideraba necesarias», indica Domínguez Abascal en una nota interna a la plantilla a la que ha tenido acceso Europa Press.
Ante esta situación, Abengoa ha iniciado un proceso de negociación con sus acreedores financieros para «alcanzar un acuerdo que permita hacer viable la empresa con la estructura de capital que sea necesaria», señala.
El presidente de la empresa recuerda que la legislación mercantil española recoge la posibilidad de acogerse al «instrumento conocido como ‘5bis'», sin aludir expresamente a la Ley Concursal en la que aparece recogido este artículo.
Esta fórmula, indica, «permite, durante un período de cuatro meses, renegociar la deuda y poder garantizar la viabilidad de la compañía estando protegida de medidas legales emprendidas por sus acreedores».
«Durante este tiempo un equipo de personas muy cualificado trabajará con la mayor energía con el objetivo de poner en marcha una solución viable que permita un correcto funcionamiento futuro de Abengoa», señala.
Domínguez Abascal agradece además a la plantilla «el esfuerzo que durante años y especialmente en los últimos meses» ha realizado para asegurar que se mantienen las operaciones de Abengoa mientras se alcanza una solución «financiera estable y sostenible».
«Reconozco la inquietud que lógicamente tenéis y espero que con vuestra ayuda podamos mantener por mucho más años el proyecto de Abengoa», añade.
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