Las centrales franquiciadoras realizan un balance optimista del sistema, a pesar de la crisis

05/04/2011

Susana de Pablos. La Asociación Española de Franquiciadores (AEF) realiza un balance optimista de los resultados del sistema de franquicia ante la difícil coyuntura económica. Aumenta el número de cadenas, hasta alcanzar las 934 enseñas, 15 más que a finales de 2009. La facturación cae sólo un 0,2%, el número de establecimientos desciende un 1,2%, y el empleo, un 1,5%.

El sistema de franquicia sufre una traba para su desarrollo en España: los potenciales franquiciados no encuentran financiación. “Además de la falta de apoyo por parte de bancos y cajas”, en palabras de Eduardo Abadía, gerente de la AEF, “se precisa que las entidades financieras se especialicen en esta fórmula de comercio asociado, como es habitual en otros países de nuestro entorno”.  Abadía se declara firme defensor del Registro de Franquiciadores, dependiente de la Secretaría General de Turismo y Comercio, una herramienta útil para parte de la investigación que deberán llevar a cabo los potenciales franquiciados, antes de firmar cualquier contrato o precontrato con un franquiciador, cuya enseña buscará aquí.

En España, en opinión de Abadía, la franquicia es un sistema de expansión comercial maduro, que ha servido para incrementar el comercio asociado en muy diversos sectores. Con todo, algunas actividades están sujetos en mayor medida a transformaciones como las provocadas por los rápidos cambios tecnológicos. Tal es el caso del informático y las agencias de viajes, “que están experimentando un proceso de readaptación”.

Los datos del informe anual La Franquicia en España 2010, elaborado por el Servicio de Estudios Estadísticos de la AEF a cierre de 31 de diciembre, lo dejan muy claro: las redes de franquicias han respondido a la crisis.  El conjunto del sistema facturó un total de 24.651,4 millones de euros, un 0,2% menos que los 24.699,5 millones facturados al finalizar el ejercicio 2009. Sin embargo, los establecimiento propiedad de las centrales franquiciadoras facturaron en conjunto 533,4 millones de euros más, mientras que los de los franquiciados facturaron 581,5 millones menos.

Xavier Vallhonrat, presidente de la AEF, señala que “un descenso de tan sólo un 0,2%, en un año difícil marcado nuevamente por la crisis económica, es un claro indicador de que la franquicia española está resistiendo y haciendo frente a esta coyuntura adversa de una manera muy digna, a buen seguro que mucho mejor que cualquier otra fórmula de comercio, y, al mismo tiempo, da motivos para un moderado optimismo”.

Según el informe, el sistema está integrado por 934 enseñas, de las que un 81% son de origen español y un 19% proceden de diferentes países, fundamentalmente de Francia (43 cadenas), Estados Unidos (41), Italia (29) y Portugal (11 marcas). En total, hay 15 firmas franquiciadoras más que en diciembre de 2009, 10 nacionales y 5 extranjeras. Según Abadía, aunque se haya incrementado la cifra de firmas extranjeras que operan en España, al pasar de las 172 que había en 2009 a las 177 actuales, “las circunstancias económicas ralentizan el crecimiento de la presencia internacional en España”.

El empleo ha caído un 1,5%. Así, frente a los 235.075 trabajadores de 2009, al acabar 2010 el sistema daba empleo a 231.603 personas. De esta cifra, 70.602 trabajaban en locales propios (3.163 más que en 2009) y las 161.001 restantes en establecimientos franquiciados (6.635 menos que al concluir el ejercicio 2009). Señala Abadía que «un descenso de tan sólo un 1,5% en el número de empleados, teniendo en cuenta que la cifra de parados aumenta mes tras mes en nuestro país, demuestra claramente que la franquicia continúa atrayendo emprendedores, inversores y personas que buscan autoemplearse en estos tiempos tan difíciles».

Alimentación, sector a la cabeza
Un año más, según la AEF, el sector que más facturó fue Alimentación, con un total de 6.710,8 millones de euros (633,8 millones más que en 2009), seguido por el de Hostelería/Fast Food, con 2.181,4 millones (66,4 millones más) y por el de Hostelería/Restaurantes y bares, que facturó 2.065,3 millones de euros (39,9 millones más que en 2009).

De estas 934 franquicias, el sector más representado es el de belleza/estética», con 88 cadenas (seis más que en 2009), seguido por las tiendas especializadas, con 78 (1 más), y mobiliario/textil-hogar», con 65 (tres más). Asimismo, destaca también la desaparición de seis enseñas en la actividad de servicios financieros, que ahora queda integrado por 15 marcas, o las agencias de viajes que han sufrido 2 bajas, al pasar de 25 a 23 empresas. Para Vallhonrat, “el aumento registrado en el número de cadenas nacionales y extranjeras es un fiel reflejo de la confianza que existe en el sistema de franquicia, como una fórmula de expansión válida y que ofrece múltiples ventajas, incluso en épocas de crisis».

A 31 de diciembre de 2010, en España había un total de 56.444 establecimientos abiertos, de los cuales 14.011 eran propios y los 42.433 restantes franquiciados. Es decir, que funcionaban 695 locales menos que a finales de 2009 (fecha en la que había 57.139 establecimientos operativos), lo que supone un descenso del 1,2%.

A este respecto, la tendencia que observa la AEF es que las centrales franquiciadoras están apostando por abrir establecimientos en propiedad, ya que en la actualidad hay 611 locales propios más funcionando de los que había a finales de 2009, mientras que los puntos de venta franquiciados han descendido en 1.306, comparando ambos períodos. Para Vallhonrat, la causa de esta realidad hay que buscarla en el hecho de que «las entidades bancarias siguen sin hacer su trabajo que es conceder créditos, y ante esta problemática las franquicias optan por continuar creciendo abriendo locales propios».

La Comunidades de Madrid (32,4%), Cataluña (26,5%) y Valencia (11,1%) acaparan el 70% del total de enseñas de este modelo de negocio. A su vez, la región madrileña registra una mayor facturación del conjunto de sus centrales, alcanzando los 11.410,8 millones de euros (155,4 millones más que en 2009), por los 6.387,9 millones de Cataluña (253 millones más), y por los 1.781,7 millones de Andalucía (218,3 millones menos que en 2009).

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