Ahorro con la medicina personalizada

06/04/2011

José María Fernández-Rúa.

Hay más evidencias que suposiciones en la medicina personalizada, gracias a los avances que se han registrado en los últimos años tanto en la medicina molecular como en las ómicas. Puede parecer una entelequia, todavía hoy, pero no es aventurado asegurar que en un futuro más que próximo habrá tratamientos selectivos para enfermedades humanas con un componente genético.

Imagine un mundo en el que la información genética de un paciente se grabase en su informe médico y se utilizase para elegir las dosis de los fármacos y los tratamientos preventivos más adecuados para ese paciente. Así comenzó su intervención el profesor Roden, de la Universidad estadounidense de Vanderbilt, en el marco de un encuentro organizado por la Fundación Areces. En este sentido, el programa PREDICT (Pharmacogenomic Resource for Enhanced Decisions In Care and Treatment) de la Universidad Vanderbilt representa el primer paso de esta estrategia de medicina genómica preventiva. Actualmente se está ofreciendo el genotipado a los pacientes con riesgo de recibir fármacos cuyos efectos están modulados por variantes farmacogenéticas conocidas. Esta información se almacena y se utiliza cuando es necesaria para tomar decisiones.

El principal objetivo de la medicina personalizada es predecir qué fármaco será más eficaz en cada paciente, en función de sus características genéticas. Así, el hallazgo más importante en el área del cáncer de los últimos años ha sido que el proceso de transformación maligna está dirigido por las mutaciones en el ácido desoxirribonucleico (ADN). Y como las mutaciones son el origen del proceso cancerígeno, por eso constituyen el objetivo de los enfoques más prometedores para la medicina personalizada. Pero no hay que olvidar que las mutaciones también son biomarcadores que pueden ayudar a detectar, diagnosticar y predecir la respuesta al tratamiento de diversos tipos de carcinomas.

Los analistas coinciden en que la medicina personalizada ofrece un enorme potencial de valor añadido tanto para el paciente como para el sistema sanitario. La clave está en que los políticos entiendan y acepten esta realidad que, a largo plazo, tiene un ahorro para el sistema sanitario. Porque el razonamiento no puede ser más claro: si se considera el costo tan elevado de muchos tratamientos por paciente, saber a priori si uno determinado no va a funcionar se traduce, inmediatamente, en un ahorro significativo para el sistema de salud. Un dato de especial relieve es que las enfermedades crónicas vienen a consumir, en España, el 17 por ciento de los recursos sanitarios y, según cálculos estimativos, en un futuro próximo el 70 por ciento de la población va a sufrir alguna de las muchas enfermedades crónicas.

¿Te ha parecido interesante?

(+18 puntos, 18 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.