En concreto, al ser preguntado por una posible oferta del Sabadell por la entidad alicantina, Guardiola indicó que «todo el mundo está mirando todo», pero que el banco que dirige «no tiene un plan concreto a corto plazo».

«Se van a aprovechar las oportunidades de adquisición en este mercado turbulento», afirmó Guardiola, durante su intervención en el XVIII Encuentro del Sector Financiero organizado por ABC, Deloitte, Sociedad de Tasción y SAP.

El consejero delegado de Banco Sabadell explicó que la entidad está centrada en «asentar» la compra de Banco Guipuzcoano, cerrada en junio de 2010, y cuya integración de sistemas tendrá lugar «en pocos días», para después «aprovechar cualquier operación que pueda aparecer en el futuro».

El ‘banco malo’ de Bankia

Por otro lado, Guardiola consideró que el ‘banco malo’ creado por Bankia para aglutinar 50.000 millones de euros de activos tóxicos antes de salir a bolsa, «es un formato que se hace para alentar a los inversores privados» a entrar en el capital de la entidad y que toda fórmula que se haga para recapitalizar el sistema privado «es bueno por definición».

Respecto a las posibles diferencias que puedan surgir entre las entidades cotizadas que saquen los activos tóxicos de sus balances y las que no, el consejero delegado de Banco Sabadell consideró que esta «asimetría no será un problema», ya que «al final la diferencia se recogerá en el valor». «No sé si este concepto de banco bueno o malo es lo más apropiado», apuntó.

«La discusión está en qué da soporte a la financiación de las entidades, si es dinero público se supone que es perecedero, que se tendrá que sustituir por capital o crédito, así que hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos», señaló Guardiola.

En este sentido, Guardiola recordó que el Sabadell sigue sin utilizar los avales de 5.900 millones de euros que le concedió el Estado al inicio de la crisis y destacó que esto ha sido posible gracias al saneamiento de 3.755 millones de euros brutos aplicado a las cuentas de resultados de 2008 y 2009. «El debate real es que cualquier dinero privado siempre es mejor que el dinero público», apostilló.