Wreckless Eric: El punk travieso

-Edita “AmERICa” un disco poderoso y sensitivo

Wreckless Eric pertenece a la generación y primer sello de Elvis Costello, Graham Parker e Ian Dury, entre otras luminarias del punk travieso y la nueva ola. No obtuvo el éxito merecido a pesar de enormes canciones como “Whole Wide World” o “The Final Taxi” y marchó a Estado Unidos. Allí grabó discos soberbios. Entre ellos destaca el recientísimo “AmERICa”. Un ejemplo de la energía, el poder y la belleza del pop rock de la excelencia.

El álbum reúne todas las características de la música y las composiciones literarias de Eric. Melodías difíciles para el tarareo pero adictivas a la segunda escucha. Sonido rasposo, de guitarras de garaje, muy acorde con su fraseo vocal crudo e irónico pero con un encanto especial, una sensibilidad magnética y una tonalidad que le hacen inconfundible.

Todas las canciones alcanzan un nivel de matrícula de honor lo que convierte a “AmERICa” en el disco del año. Pero destacan preciosidades como “Property Shous”, “Space Age”, “White Bread” o “Have a Great Day”. Temas que, de manera sutil e inverosímil, mezclan las lejanas y, a la vez, reminiscentes, magias de Eno y Wilco, envueltas en la mordacidad y el descaro de un hombre absolutamente grande. Y que ha hecho el disco del año.

Sello: Fire. Precio: 19. Discografía esencial: “Big Smash”, “Wreckless Eric”, “Two-Way Family Favourites” (con Amy Rigby). Influido por: Velvet Underground, Kinks, Kevin Ayers, Sonics. Influye en: Manolo Kabezabolo, Graham Parker, Reigning Sound, Leatherface.

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Graham Parker: chicle ácido

-Su disco más extraño cumple 20 años.

Graham Parker es de esos artistas que, en el comienzo de su carrera, nadie podía imaginar lejos de su Londres natal. Un estilo tan cercano al pub rock o rock de taberna y adornado con toques del rhythm and blues británico de Yardbirds, Stones o Savoy Brown, llevaba a pensar que solo saldría de la capital inglesa para conciertos. No fue así. Escuchó los cantos de sirena del otro lado del Atlántico y para allí se fue cambiando brumas por sol.

Varios son los disco que grabó en EE.UU, sobre todo de actuaciones y conciertos, pero ninguno tan distante de lo que había hecho hasta entonces como el titulado “Acid Bubblegum”. Un álbum que cumple ahora veinte años de existencia, que contó con un grupo de acompañamiento distinto al habitual y que supuso el reto de adentrase por otros derroteros musicales menos british y más arriesgados.

Mantuvo, eso sí, la lengua áspera y la palabra afilada. Por ejemplo, en las angulosas “She Never let me Down”,“Sharpering Axes” o “Impenetrable” aunque añadió ritmos rápidos y dicción urgente en “Turn it Into Hate” o “Get Over it and Move On” o en “Bubblegum Cancer”, con retazos de bandas tan USA como Cars o Nerves. Claro el pub man se había ido a New York.

Sello: Razor & Tie. Precio: 14. Discografía: “Howlin Wind”, “Heat Treatment”, “Live From New York”. Influido por: Costello, Reed, Van Morison. Influye en: León Benavente, Sam Smith, Wreckless Eric.