Había gran expectación por conocer la decisión del Banco de Inglaterra respecto a los tipos de interés despuñes de hacerse públicas las actas de su última reunión en la que quedaba claro que una tercera parte de los consejeros ya eran partidarios de elevar las tasas.

El aumento de los precios como consecuencia de la subida del petróleo hacía barajar la posibilidad de que hoy la opinión respecto a la elevación de los tipos fuera mayoritaria, pero finalmente han optado por el mantenimiento.

La decisión se produjo solo una hora antes de que el BCE haga pública su decisión en torno al mismo asunto.