No es fácil mantenerse cuando uno es artesano y menos, si la crisis se instala en el país. A pesar de que la gente valora cada vez más lo que se hace a mano, cuando el monedero aprieta se piensan menos en detalles especiales y más en sobrevivir… Por eso es loable el empeño que algunas firmas ponen en seguir creando, como es el caso de la española Laliblue, una micropyme de complementos y bisutería.

La idea surgió en 2006 pero no fue hasta 2008 que se consolidó: la diseñadora Gemma Arnal combinaba su trabajo de diseñadora gráfica con el handmade: “Diseñaba bisutería ilustrada en mis ratos libres hasta que decidí tener mi propia tienda online”, comenta. Finalmente, acabó dejando su trabajo y dedicándose por entero a sus creaciones. La otra pata de la empresa es Cristina Arnau, diseñadora industrial que se incorporó a la firma en 2010.

Primero fue la bisutería, inspirada en el mundo de los cuentos infantiles (muchos, de los hermanos Grimm, de Andersen…), en el universo del circo, en el mundo del cine… Todo con aire vintage. Después fueron ampliando a otros complementos (bolsos por ejemplo), a papelería y a elementos decorativos, como unas magníficas bolas de cristal que son casi una joya. “Los primeros años tuvimos muchos proveedores y clientes españoles, pero con la crisis es difícil mantener el pequeño comercio. Así que nos dirigimos al mercado internacionales”, dice Arnal. Actualmente, el 80% de sus diseños se van a distintos países europeos y diferentes estados de Usa: “Tenemos puntos de venta en Usa, Australia, Holanda, Taiwán…” añade. Venden a través de tienda multimarca y online.

Sus clientes son personas a las que no les gusta seguir las tendencias y que aman la estética de aire retro o vintage. “Gente que valora lo artesanal, mujeres básicamente, de entre 18 y 50 años”, explica. De sus distintas colecciones la más vendida es “Erase una vez”, collares inspirados en los cuentos clásicos de Andersen, Grimm y Perrault: “Casi todas conocen esos relatos y se sienten identificados con algunos de ellos, ese cuento que nos contaba la abuela, la historia que compartía con los hermanos…”, finaliza.