En su solicitud ante al supervisor del mercado, Slim argumenta que Realia cuenta con un primer accionista, FCC, que tiene con una participación del 36,8% en la empresa y, por tanto, superior a la suya.

El empresario mexicano no sólo ha acudido a la ampliación suscribiendo las acciones que le correspondían en función de la participación del 26% que tenía en la inmobiliaria, sino que también tomó los nuevos títulos que sobraron tras concluir el periodo de suscripción preferente.

Al hacerse con todas estas acciones, Slim ha sobrepasado el 30% de Realia, porcentaje que, según la ley obliga a formular una oferta de compra por el 100% de una compañía. No obstante, el empresario mexicano ha solicitado dispensa de lanzar una OPA «conforme a lo previsto en el artículo 4.2 de la Ley de OPAs», según ha notificado al supervisor del mercado.

En dicho artículo se establece que la CNMV puede dispensar a un inversor que supera la cota del 30% en una empresa de tener que formular una OPA por la totalidad en el caso de que «otra persona o entidad, individualmente o de forma conjunta con las personas que actúen con el inversor, tuvieran un porcentaje de voto igual o superior al que tenga el obligado a formular la OPA».

YA TIENE EL CONTROL

De hecho, Slim ya cuenta con el control de Realia, dado que FCC, grupo del que el empresario es primer accionista, es el socio de referencia de la inmobiliaria con una participación del 36,8%.

Carlos Slim elevará de nuevo su participación en Realia cuando el próximo mes de febrero ejecute la conversión en acciones de la empresa de parte de un préstamo participativo de 50 millones de euros que recientemente compró a Sareb.

Todas estas operaciones se enmarcan en el proceso de saneamiento que Slim está llevando a cabo en Realia y en la apuesta que está realizando por la compañía patrimonialista.