Por una vez y sin que sirva de precedente admitiré que una noticia no producida está sembrando el desconcierto en los mercados americanos. La duda y el temor más inminente es algo impensable a este lado del Atlántico, pero al parecer podría ocurrir hoy mismo, mientras Europa duerme: un cierre patronal del Gobierno estadounidense. Y comprenderán que los mercados se lo han tomado a mal.

El problema reside en la negociación entre la Casa Blanca y el Congreso para dar vía libre al presupuesto. Ambas partes admiten recortes y aseguran estar más cerca que nunca de un acuerdo, pero lo cierto es que si no hay acuerdo el Gobierno no puede seguir pagando a los funcionarios y debe mandarles a casa. No se lleven ustedes las manos a la cabeza, ocurrió en 1995 y en 1996 y no pasó nada, es más, las Bolsas subieron.

Pues bien, el límite para un acuerdo presupuestarios son las doce de la noche americanas de este viernes y lo cierto es que las dos partes seguían negociando tras el cierre de los mercados, pero que no había acuerdo aún. Y no es menos cierto que se da por hecho que el Gobierno echará el cierre si no hay acuerdo justo en ese momento.

Me preguntarán ustedes cómo se puede dirigir un país sin empleados públicos y les aseguro que lo ignoro de todo punto, aunque por lo que me he informado de lo ocurrido en las dos ocasiones anteriores no hubo problemas, pero en ambos casos se trató de un periodo muy corto de vacaciones funcionariales. En esencia, sufrirían todos los que dependen de los servicios sociales públicos, del desempleo y de alguna gestión oficial, pero poco más puedo aventurar.

Lo peor de todo es que la perspectiva ha debilitado todo lo posible al dólar y proporcionado una estupenda excusa a los operadores petroleros para elevar los precios. Esta semana ha subido nada más y nada menos que un 5% el crudo, aunque Gadafi también ha tenido algo que ver en este asunto.

En fin, que la política ha interferido todo lo posible en la marcha de los mercados pero no creo que sea nada grave. Si hay «shutdown» lo lógico es que sea breve. Si dura más de una semana, ya veo a Goldman Sachs o JPMorgan tomando las riendas del Tesoro. Y por si sirve de algo el pasado, que no siempre es así, en los dos cierres antes mencionados la Bolsa americana subió. Cosas de la vida y los mercados.

En semejante caldo de cultivo, los índices americanos cayeron con relativa fuerza. El Dow perdió un 0,24% y también la barrera de los 12.400 puntos. El Nasdaq Composite restó un 0,56% y el S&P 500 se dejó un 0,40%.