El gobernador del Banco de España no ha tenido nunca el apoyo sindical porque sus dirigentes entendían que se metía en cuestiones que no le correspondían (petición de reforma laboral, de las pensiones…) pero hasta ahora no habían pasado de esas cuestiones para poner en entredicho la actuación de la autoridad monetaria en lo que es su principal atribución. Pero el secretario de banca y cajas de ahorros de CCOO ha dado un paso adelante elevando el listón de las quejas aunque no se ha atrevido a pedir la dimisión del gobernador cuando se le ha preguntado si lo estaba proponiendo.

José María Martínez López, secretario general del sector de banca y ahorro de CCOO afirma que “al gobernador del Banco de España le ha faltado coraje a la hora de supervisar y tomar decisiones” sobre algunas entidades de crédito, cajas de ahorros en concreto, a las que ha dejado que los problemas que les acuciaban se fueran agrandando. No se ha referido solamente a lo que el Banco de España tardó en intervenir la Caja Castilla-La Mancha y Caja Sur sino a lo que está tardando en hacer lo mismo con la CAM y en tomar medidas de cambio de los gestores de Caja España-Caja Duero “porque llevan un año con una fusión que no avanza”.

Para CCOO el gobernador es “muy dependiente del ministerio de Economía” cuando debería haber velado por la independencia del banco emisor. Estas críticas públicas se unen a las que, pidiendo anonimato, vienen haciéndose desde hace unas semanas desde bancos y cajas de ahorros.

El dirigente de CCOO ha pedido que se instrumente un “esquema de protección de activos” no solo para las cajas que vayan a ser vendidas a terceros de una forma u otra sino que se generalice para el conjunto del sistema. El sindicato entiende que no debe haber discriminación alguna y que todas las entidades deberían poder contar con las ayudas directas o indirectas del Gobierno sobre todo, afirma, “porque al tratarse de avales no implicaría necesariamente ni más deuda ni más déficit público” ya que esto se produciría solamente si tuvieran que “materializarse dichos avales”. Vuelve la teoría del ‘manguerazo’ desechada hace más de un año cuando empezó a vislumbrarse el alcance real de la crisis.

Martínez dijo que la tardanza en intervenir la CAM podría deberse a que “al gobernador le queda apenas un año de mandato y quizás no quiere problemas” pero entiende que debería producirse de inmediato el cese de la actual cúpula directiva de la caja porque “no ha informado ni al consejo de la entidad ni a la asamblea de los nuevos problemas detectados desde mediados de enero y ocultados hasta que se rompió la fusión con el resto de cajas que fundaron Banco Base”.

Respecto al futuro de los trabajadores de bancos y cajas, el responsable sindical dijo que su organización estima que en cuatro años debería haber un único convenio del sector “porque al final las cajas van a ser jurídicamente lo mismo que los bancos” (aunque en su opinión deberían mantenerse las esencias que explican la existencia de las cajas) y por ello proponen que los nuevos convenios colectivos que se están negociando ahora sean de larga duración, cuatro años, para preparar el futuro a medio plazo.

CCOO reconoce que tanto la patronal de cajas como la de la banca están planteando cuestiones muy similares en los dos convenios, aunque el de banca va más retrasado que el de cajas porque la AEB prefiere esperar a ver qué pasa en las cajas. En este sector, la patronal plantea un “recorte salarial muy importante (que no cuantificó el dirigente sindical)” y el sindicato está dispuesto a “hacer esfuerzos en el inicio” si se firma por cuatro años y se acepta una mejora en los dos últimos. Para CCOO, igual que para el Banco de España, 2011 puede ser el año más difícil de la crisis.

Para el sindicato la “prioridad está en el empleo”, aunque aceptan que los planes aprobados para las uniones de cajas implican una reducción de empleo del 15% en media y del 20% al 25% en oficinas.