Los agremiados catalanes auguran vender unas 562 toneladas de butifarra de huevo, es decir, una media de 250 quilos de carne en las 2.250 tiendas que representa la Federación Catalana de Carniceros y Charcuteros. A ello, se suma un posible aumento del 2% en las ventas de dicho producto catalán y artesanal.

Este incremento de ventas va unido a la celebración del primer concurso de butifarra de huevo, organizado por la Fundación de los Oficios de la Carne. Con este certamen, aparte de reforzar las ventas de la butifarra en Carnaval, se ponen en valor los productos artesanos que obran los maestros cárnicos. De hecho, la iniciativa ha premiado la mejor butifarra de huevo tradicional y la más innovadora, dos reconocimientos que han recogido los artesanos: Ramón Hernando y David Roig.

Butifarra tradicional e innovadora 

Ramón Hernando ha cocinado “una butifarra esponjosa, tierna, con la sal justa, un toque de pimienta blanca y con un huevo bien cocido”. Una delicatesen con la que vaticina “un crecimiento de las ventas”. Por otro lado, el catalán David Roig ha ideado la butifarra más innovadora compuesta por hígado de pato y membrillo. Según el experto, “la gente cada año espera nuestras butifarras” en Carnaval.

Joan Riera, Duran, Pròsper Puig, Jordi Vilà, Ricard Julià, Josep Noguera y Pere, artífices del sector cárnico y maestros de la  “Confraria del Gras i Magre”, han escogido a los dos ganadores, a los finalistas y han realizado menciones especiales para algunos de los concursantes. La elección se ha consolidado tras una degustación de butifarras.

Concurso solidario

Josep Dolcet, secretario del tribunal, ha subrayado que “las butifarras presentadas, sobre todo en la categoría tradicional, han reflejado claramente las composiciones y las diferentes maneras de elaborar”. También, Ricard Julià, miembro del comité, ha explicado que este encuentro sirve para “intercambiar opiniones” entre los entendidos del sector.

Previo al concurso, los participantes han aportado tres quilos de carne para realizar sus elaboraciones con tal fin de que las butifarras sobrantes fueran entregadas al Fundación Banco de los Alimentos. Esta iniciativa social ha corrido a cargo de la Federación de los Oficios de la Carne y de la “Confraria del Gras i el Magre”, una entidad sin ánimo de lucro que defiende y da a conocer las mejores carnes.