La agencia amenaza con una posible rebaja en las calificaciones crediticias de las petroleras debido a su previsión a la baja en el precio del petróleo para los próximos años.
En concreto, S&P ha rebajado la calificación a Royal Dutch Shell a ‘A+’ desde ‘AA-‘ y ha situado en ‘vigilancia negativa’ las notas de Repsol, BP, Eni SpA, Statoil y Total.
En un comunicado, la agencia señala que ve una «probabilidad significativa» de rebajas de un escalón para varias petroleras integradas europeas cuando resuelva esta situación de ‘vigilancia’, lo que prevé llevar a cabo en unas semanas después de que las compañías anuncien sus resultados anuales.
La agencia de calificación revisó el pasado 12 de enero a la baja sus previsiones de precios para el Brent, situándolo en 40 dólares el barril para este año, en 45 dólares para 2017 y en 50 dólares para el siguiente ejercicio.
En el caso de Repsol, S&P subraya que esta situación de ‘vigilancia’ refleja su opinión de que existe un mayor riesgo de rebaja en la calificación debido a las previsiones a la baja en los precios del crudo, aunque considera que la petrolera podría mantener su nota si ve una recuperación en sus parámetros crediticios.
La agencia indica que resolverá esta situación después de la presentación de resultados del ejercicio 2015 de Repsol, el próximo 25 de febrero, y tras reunirse con la dirección de la compañía para actualizar datos como su perfil de producción, sinergias con Talisman, o reducción de las inversiones, entre otros.
La pasada semana, Repsol anunció que realizará unas provisiones contables extraordinarias por unos 2.900 millones de euros en sus resultados del ejercicio 2015 y que adoptará medidas adicionales para adaptarse al actual escenario de caída de los precios del crudo.
De esta manera, el resultado neto de la petrolera en el ejercicio arrojará unas pérdidas estimadas de unos 1.200 millones. El grupo señaló que estos saneamientos «podrán revertirse positivamente en las cuentas de resultados de próximos ejercicios, cuando cambie el escenario de precios».
Por su parte, el beneficio neto ajustado del grupo se estima que se situé en los 1.850 millones, un 8% más con respecto a 2014 y superando las previsiones realizadas el pasado mes de octubre.
Además, Repsol reducirá en un 20% adicional las inversiones totales previstas para el ejercicio 2016, situándolas en torno a los 4.000 millones.
Junto a estas medidas, la petrolera también ha acordado acelerar y aumentar las sinergias derivadas de la integración de Talisman, así como el programa de desinversiones no estratégicas.
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