Existen diversas interrogantes en el panorama energético internacional, con la caída y la volatilidad de las cotizaciones del crudo desde hace más de año y medio -que repercuten en un porcentaje menor en el gas- , y si bien estas incertidumbres influyen en los planes de inversión y en el mantenimiento de los proyectos de las empresas petroleras, también en las más centradas en el área gasista.

En este contexto, en el que todas las inversiones son analizadas en cualquiera de sus posibles derivadas por las empresas que las promueven, Gas Natural perfila su plan estratégico para los próximos tres años que, en principio, no se presentará hasta mayo. La empresa energética que dirige Rafael Villaseca cuenta con dos elementos básicos que pueden impactar en sus objetivos futuros: la cotización del barril de petroleo (ahora en el caso del Brent -referente en Europa- en el entorno de los 34 dólares), así como la política energética que desarrolle el próximo Ejecutivo.

Pese a que el plan incluya medidas que permitan la flexibilidad en función de la coyuntura, potenciar la inversión en energías renovables está en el punto de mira. Pero dependerá, como señaló el consejero delegado del grupo en la presentación de los resultados de 2015 esta semana de la normativa de retribución de la generación con estas energías. Quedan, al parecer, escasas ubicaciones en la Península que puedan funcionar sin subvenciones, pero la situación no es la misma si cambia la política oficial. Gas Natural no quedará fuera de esos movimientos.

La apuesta por las energías renovables no sólo se percibe en los planes inversoras de los fondos de inversión que acaparan la mayor parte de las transacciones sino también en las estrategias de las eléctricas europeas, aunque más en las asiáticas y estadounidenses. Y con todas las posibles quinielas para conforman el Gobierno de la nación encima de la mesa, un cambio en una normativa energética, que no fue consensuada, parece inevitable, con lo que podría cambiar el  sistema de incentivos para estos planes.

Mientras, Villaseca anunció esta semana que in­ver­tirá 2.000 mi­llones de eu­ros en 2016, centrados en las redes ga­sistas. La actual normativa incentiva la gasificación de España, un país que está lejos de los niveles de otras naciones europeas en el consumo de esta energía. Por otro lado, el grupo no ha decidido su política de dividendos, que en 2015 se basó en un pay-out (porcentaje de los beneficios que se dedica a la retribución de los accionistas) del 62%. En 2015 se ha elevado a 0,932 euros por acción (pagado en efectivo), con una subida de 2,7% respecto el ejercicio anterior. Esta remuneración está en línea con el plan 2013-2015.