Renfe logró superar sus pérdidas un año antes respecto al objetivo inicialmente fijado para cierre de 2016 en el plan estratégico ‘+Renfe’, y lo consigue gracias al impulso del negocio de Alta Velocidad y al recorte de los gastos. Al resultado también ha contribuido el importe de 96 millones que la compañía se ha anotado por derechos pendientes gracias a un acuerdo logrado con Adif sobre superficies de uso.
Asimismo, ha obtenido 182 millones de deudas pendientes de cobro a lo largo del pasado año, lo que supone el 92% del monto total que dichas deudas sumaban a inicio de año.
No obstante, en el lado opuesto, la operadora ha provisionado 49,8 millones para cubrir el coste del plan de desvinculación voluntaria de trabajadores que ha puesto en marcha, al que pueden acogerse un máximo de 775 trabajadores, y el pago de la paga extra de 2012.
En cuanto a los datos operativos, los ingresos totales de Renfe crecieron un 10% el pasado año, hasta sumar 3.266,5 millones, mientras que, por contra los gastos se contuvieron (+0,7%). De esta forma, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) arrojó un resultado positivo de 492,89 millones.
Por áreas de negocio destaca el beneficio de 91 millones de euros con que la división de Alta Velocidad cerró 2015, frente al de 1 millón de euros logrado en 2014. Los ingresos comerciales de este negocio crecieron un 5,5%, hasta sumar 1.300 millones, gracias al nuevo récord de viajeros logrado el pasado año, de 30,8 millones de usuarios, y al aumento de la ocupación de los trenes.
En concreto, los trenes AVE circularon en 2015 con una ocupación media del 72% de su capacidad, seis puntos porcentuales más que un año antes.
La estrategia comercial de descuentos y promociones de la operadora, la puesta en servicio de nuevas líneas AVE y la mayor movilidad de los ciudadanos constituyen los factores que impulsaron este nuevo récord y aumento de pasajeros. De esta forma, la filial Renfe Viajeros logró cerrar el ejercicio también con los primeros resultados positivos de su historia, de 6,8 millones.
Por su parte, la división de Renfe Mercancías redujo un 3,9% sus ingresos, hasta los 249,5 millones, si bien la mayor contracción de sus gastos (-11%) permitió a esta división mejorar un 71% su Ebitda hasta un importe negativo de 9,7 millones. Destaca el hecho de que la nueva división de alquiler y mantenimiento de trenes cierra su primer ejercicio completo de actividad con un beneficio de 1,9 millones, tras facturar 17,4 millones.
En el capítulo financiero, Renfe concluyó 2015 con un endeudamiento de 4.668 millones, lo que arroja una reducción acumulada superior al 10% desde 2011.
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