Telefónica ha agrupado los activos de infraestructuras en la nueva filial que ha denominado Telxius, que será dirigida, con el cargo de consejero delegado, por Alberto Horcajo. La operación se enmarca en dos objetivos: la reordenación y optimización de sus activos y la preparación de la salida de Bolsa de la compañía.

El grupo que preside César Alierta señala que Telxius posibilitará la gestión de los citados activos con una dimensión global, al tiempo que está prevista la incorporación de otras infraestructuras de estas características; la nueva sociedad permitirá a la operadora ser más competitiva en esta área y analizar las oportunidades del mercado.

En principio Telxius aunará en sus perímetro las torres de telecomunicaciones -unas 15.000, aunque la cifra podría ser más elevada- y la red internacional de fibra óptica -31.000 kilómetros-, así como el cable submarino que une Estados Unidos con Centro y Suramérica. Además a corto plazo se incluirán compañías que se crearán con los activos citados.

Esta transacción, que podrá reportar a Telefónica unos 4.000 millones de euros, con una valoración de Telxius de unos 9.000 millones, serviría para que el grupo redujese deuda, un objetivo similar con la que afronta la venta de su filial alemana 02. Si bien las dos operaciones serán complementarias en ese fin, y no son excluyentes.