Abengoa alerta a banca y bonistas de las pérdidas que deberían asumir si es liquidada

18/02/2016

T. J.. El canje de la deuda por capital, ahora no se habla de quitas, sería, según la empresa tecnológica, menos onerosa para los acreedores que la falta de acuerdo.

La presentación oficial del plan industrial de Abengoa, a través de la publicación en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de las partes más relevantes, ha servido también para lanzar un mensaje público a los acreedores: si la banca y los bonistas no aceptan las líneas rojas marcadas por la dirección de la tecnológica se enfrentarían a pérdidas más elevadas si entra en liquidación que si se alcanzase un acuerdo. La deuda corporativa del grupo es de 9.000 millones, más 5.000 millones a proveedores.

El grupo, que sigue controlando la familia Benjumea, destaca en su informes, que han sido elaborados por por la firma especializada Álvarez & Marsal y por Lazard, que la compañía sólo valdría 800 millones si entra en un proceso de liquidación, frente a los 5.400 millones en caso que las puntos básicos de su plan se pongan en marcha.

La compañía defiende su viabilidad a través de cambios en la gestión y en el perímetro, con aspectos como la menor apuesta por los negocios intensivos en capital, entre ellos los biocombustibles, pero también a través de la reducción de otros costes (laborales y financieros), de forma que podrían generar caja a partir de 2017. En definitiva, como se ha ido percibiendo en las reuniones de los representantes de estas firmas con los expertos del comité bancario, que se producen a diario, el grupo se centrará en áreas de ingeniería y construcción.

Peros eso sí, hace falta además la aportación de liquidez a corto y medio plazo, así como una reestructuración de la deuda que ya no se apoya en las quitas. Y aunque persisten las divergencias, en aspectos como la capitalización de la deuda, y el reparto futuro del accionariado (temas que están muy relacionados) se intenta evitar a entrada en concurso de acreedores, pero la fecha límite es el 28 de marzo, y quedan demasiados asuntos por resolver, entre ellos la aportación de liquidez para evitar la asfixia.

En este contexto los representantes de la empresa y de los acreedores analizan en estos días si la empresa es capaz de asumir la deuda (unos 3.000 millones, con 6.000 millones que se capitalizarían).

 

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.