La cifra de negocio de la multinacional en el conjunto de su año fiscal, que finalizó el pasado 31 de enero, descendió un 1%, al ingresar 482.130 millones de dólares.

En su cuarto trimestre fiscal, la compañía estadounidense obtuvo un beneficio neto atribuido de 4.574 millones de dólares, lo que supone un 8% menos que lo obtenido en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, la facturación descendió un 1,4%, hasta los 129.667 millones de dólares.

Las ventas netas en el conjunto del año fiscal aumentaron un 3,6% en Walmart Estados Unidos, mientras que en la división internacional descendieron un 9,4%. Por su parte, la cadena Sam’s Club descendió un 2,1% su facturación.

El presidente y consejero delegado, Doug McMillon, ha calificado de «fuertes» los resultados del último trimestre fiscal. «Estamos viendo un impulso en nuestro negocio en Estados Unidos», ha afirmado, al tiempo que ha subrayado que el negocio internacional de la compañía es «fuerte y está creciendo». «Estamos encantados con las tendencias fundamentales que nos están permitiendo mejorar nuestras tiendas, añadir prestaciones críticas y profundizar en nuestra relación digital con los clientes», concluyó McMillon.

Estos resultados se han dado a conocer un mes después de que la compañía anunciase el cierre de 269 tiendas en Estados Unidos y Latinoamérica y el despido de 16.000 trabajadores, una medida que supuso el primer cierre masivo de tiendas.