La estrategia de Repsol centrada en reducir la deuda y mejorar su perfil financiero de cara a los análisis que realizan las agencias de rating, que se percibe en las medidas anunciadas junto a los resultados de 2015, ha sido bien recibida por los mercados. La empresa que preside Antonio Brufau se ha disparado más de un 6% en media sesión, si bien partía de una cotización muy deprimida. Cerró con un alza del 2,7% hasta 8,8 euros por título.
La compañía ha superado las reticencias de los accionistas de referencia, especialmente La Caixa y Sacyr, respecto a la remuneración de los accionistas, aunque la solución ha sido en parte salomónica, se mantiene el dividendo pero se recorta (en un 20%) con lo que la petrolera contará con más recursos generados para reducir su endeudamiento. Y de cara al futuro, la situación de la empresa y de crudo serán las claves para fijar los dividendos futuros.
En esta línea, el consejo ha acordado proponer a la próxima junta general de accionistas el pago de una retribución como dividendo complementario de un importe equivalente a 0,30 euros por acción bajo el Programa ‘Repsol Dividendo Flexible’, frente a los 0,50 euros por título anteriores.
En la la presentación a los analistas de los resultados de 2015, Josu Jon Imaz, máximo directivo del grupo, ha asegurado que es necesario atender a la «realidad macroeconómica» y a “los resultados de nuestra compañía”. Sobre la decisión de recortar un 40% el dividendo complementario de junio (un 20% respecto a la global), que se paga con la fórmula de scrip dividend, ha manifestado que el consejo ha tomado una decisión prudente. Sobre futuros recortes ha añadido que en los próximos ejercicios «se analizará uno a uno».
Y destacó que no se había tomado decisión todavía alguna sobre la venta de Gas Natural, y concluyó que cuenta aún con otros activos para desinvertir, añadiendo que cualquier venta se hará “con el objetivo de proteger el valor de toda la compañía”.
Los resultados, ya conocidos, muestran cómo la marcha de los negocios se ha producido en un contexto de precios muy deprimidos del crudo y del gas, según ha informado este jueves la petrolera. El resultado bruto de explotación (Ebitda) calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición (CCS) alcanzó los 5.013 millones de euros, lo que supone un incremento del 6% respecto al obtenido en el ejercicio 2014.
Pero la compañía defiende que su modelo de negocio integrado evidencia su eficacia, ya que el resultado del downstream (distribución, comercialización y química) ha compensado el bajo ciclo que la caída de los precios del crudo y del gas ha generado en el upstream (exploración y producción de hidrocarburos).
Repsol subraya que el negocio de upstream se ha focalizado en la gestión más eficiente de las inversiones, así como en completar la integración de Talisman y maximizar las sinergias anunciadas tras la adquisición de la compañía canadiense.
El grupo, con el desarrollo de su plan estratégico, va a profundizar en su programa de eficiencia, con lo que alcanzará en 2016 una cifra cercana a 1.100 millones de euros. Y recortará 1.800 millones de euros adicionales la inversión prevista para los años 2016-2017, con lo que se situará por debajo de 4.000 millones de euros en 2016 y en una cifra similar en 2017.
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